Emma, la voz del corazón



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, una niña llamada Emma que tenía un sueño muy especial: ser cantante en la empresa más grande de música del país.

Desde pequeña, Emma había demostrado su talento para el canto, pero lo que más destacaba era su gran corazón y su valentía. Emma no era como las demás niñas de su edad.

Tenía el pelo alborotado, los dientes torcidos y usaba lentes gruesos que le cubrían casi toda la cara. A pesar de esto, su voz resonaba con fuerza y emoción cada vez que cantaba. Un día, Emma decidió presentarse a una audición en la empresa de música más famosa de Argentina.

Estaba nerviosa, pero emocionada por la oportunidad de mostrar su talento. Al llegar allí, se encontró con caras bonitas y voces perfectas que parecían eclipsarla. "¡Hola! Mi nombre es Emma y quiero cantar para ustedes", dijo con timidez.

Los jueces se miraron entre sí con incredulidad al ver a la niña fea frente a ellos. Sin embargo, le dieron una oportunidad y le pidieron que comenzara a cantar.

Emma cerró los ojos, respiró hondo y dejó salir su voz angelical. Al principio hubo murmullos burlones entre el público, pero pronto todos quedaron en silencio al escucharla. Su voz transmitía tanta emoción y sinceridad que era imposible no conmoverse.

Al terminar de cantar, los jueces se levantaron aplaudiendo junto con el público asombrado por lo que acababan de presenciar. "¡Eres increíble! ¡Nunca habíamos escuchado algo así!", exclamaron los jueces emocionados. Emma sonrió radiante, sintiéndose feliz por haber podido compartir su pasión con todos.

A partir de ese momento, todo cambió para ella. La empresa decidió darle una oportunidad como cantante oficial e incluso le ofrecieron clases para pulir aún más su talento.

Desde entonces, Emma brillaba en cada presentación no solo por su voz única sino también por su carisma y humildad. Se convirtió en un ejemplo para muchos niños que soñaban con alcanzar sus metas a pesar de las dificultades.

Y así fue como Emma demostró que la verdadera belleza está en el interior y que nunca hay que rendirse ante los obstáculos si realmente deseamos cumplir nuestros sueños.

FIN.

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