Emma y la lección de la banana



Emma era una niña tranquila que disfrutaba comer bananas todos los días. Le encantaba su sabor dulce y su textura suave, por lo que siempre tenía un racimo de bananas en la heladera.

Sin embargo, un día Emma se excedió y comió más bananas de lo habitual, lo que le cayó muy pesado. Se sintió mal y comprendió que había llegado el momento de aprender una importante lección.

-Emma, ¿estás bien? - preguntó su mamá al verla pálida y con dolor de estómago. -No me siento bien, mamá. Comí demasiadas bananas y ahora me duele la panza. -Oh, cariño, es importante recordar que debemos comer con moderación, incluso nuestras frutas favoritas. Todo en exceso puede causar malestar.

-Pero yo pensaba que las bananas eran buenas para mí, nunca imaginé que me harían sentir mal. -Sí, las bananas son muy saludables, pero también debemos consumirlas en cantidades equilibradas.

Es una lección importante que todos debemos aprender, la moderación es clave en todo lo que hacemos. A partir de ese día, Emma aprendió a comer sus bananas con moderación y a disfrutar de una dieta equilibrada y variada.

Además, compartió su experiencia con sus amigos y les enseñó la importancia de la moderación en la alimentación. Juntos descubrieron que disfrutar de las cosas que nos gustan con mesura nos hace más saludables y felices.

FIN.

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