En busca de la alegría



Había una vez una adolescente llamada Martina, quien vivía rodeada de problemas y dificultades que le impedían sentir la alegría. Martina estaba cansada de la tristeza que la rodeaba, así que un día decidió emprender un viaje en busca de la verdadera felicidad. Con una mochila al hombro y el corazón lleno de esperanza, se adentró en un bosque profundo. En su camino, se encontró con un simpático pajarito llamado Panchito.

- Hola, ¿qué haces? - preguntó el pajarito curioso.

- Estoy en busca de la alegría, pero no sé dónde encontrarla - respondió Martina con tristeza en su voz.

Panchito le explicó que la alegría no se encuentra en cosas extraordinarias, sino en lo simple de la vida. Juntos, decidieron continuar su viaje. Al avanzar entre los árboles, escucharon una melodía encantadora. Siguiendo el sonido, descubrieron a una linda mariquita llamada Carmencita, quien les enseñó a disfrutar de las pequeñas cosas, como el aroma de las flores y el suave susurro del viento.

- ¡Es cierto! La alegría está en todas partes - exclamó Martina emocionada. Decidieron seguir adelante y se encontraron con un zorro sabio llamado Don Zoilo, quien les dijo que la verdadera felicidad se encuentra en ayudar a los demás. Así, Martina descubrió que compartiendo una sonrisa o brindando ayuda, ella también experimentaba alegría. Finalmente, llegaron a un prado lleno de colores, donde conocieron a una simpática mariposa llamada Maribel.

- La alegría está en disfrutar el momento presente y en ser agradecidos por lo que tenemos - les dijo con voz suave. Martina comprendió que la alegría no está en el futuro o en el pasado, sino en el aquí y el ahora. Llena de emoción, regresó a casa con un corazón rebosante de alegría. Cada día, compartía su alegría con su familia, amigos y vecinos, contagiando a todos con su chispeante entusiasmo. Martina aprendió que la verdadera alegría se encuentra en las pequeñas cosas, en ayudar a los demás y en vivir el momento presente con gratitud. Y así, Martina vivió feliz para siempre, compartiendo su alegría con el mundo entero.

FIN.

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