En busca de la Canasta Perdida



La familia dedo estaba emocionada. Por fin llegaba el tan esperado día de campamento en el bosque.

Papá dedo había preparado todo el auto con las carpas, las sillas, la linterna, y por supuesto, la canasta llena de deliciosos bocadillos y alimentos. Todos estaban listos para emprender esta emocionante aventura. "¡Vamos chicos, suban al auto!" exclamó papá dedo. Con alegría y entusiasmo, la familia dedo partió rumbo al bosque.

Al llegar, mamá dedo abrió la puerta del auto y su rostro cambió repentinamente. "¡La canasta con la comida no está!" gritó sorprendida. La familia dedo se miró preocupada, ¿cómo harían para pasar un día de campamento sin comida? Sin perder tiempo, cada uno se dispuso a buscar la canasta perdida.

"Yo revisaré la zona de las carpas," dijo la hermana dedo. "Yo buscaré en el área de picnic," anunció el hermano dedo. "Y yo iré al arroyo a ver si la canasta cayó al agua," agregó papá dedo.

La mamá dedo, preocupada, decidió buscar alrededor del auto, rezando para encontrar la canasta extraviada. Después de un rato de búsqueda, la mamá dedo dio un grito emocionado.

"¡Encontré la canasta, estaba debajo del carro!" Todos corrieron emocionados hacia donde estaba mamá dedo. "¡Menos mal!" exclamó la hermana dedo. "¡Estaba tan preocupado por no encontrarla!" agregó el hermano dedo. Papá dedo, aliviado, abrazó a mamá dedo y dijo: "Gracias por encontrarla, ahora sí podemos disfrutar de nuestro día de campamento en familia."

Con la canasta recuperada, la familia dedo disfrutó de deliciosos bocadillos, compartieron risas, exploraron el bosque y pasaron un día inolvidable juntos.

Aprendieron la importancia de trabajar en equipo, no perder la calma cuando surgen problemas y a ser más cuidadosos con sus pertenencias. Al final del día, la familia dedo regresó a casa con corazones felices y recuerdos que atesorarían por siempre.

FIN.

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