En busca de la Estrella
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un niño llamado Diego que soñaba con ser como su ídolo Lionel Messi.
Desde muy chico, Diego jugaba al fútbol en la plaza del pueblo con sus amigos, siempre imitando los increíbles regates y goles de Messi. Un día, mientras veían juntos un partido de la selección argentina por televisión, Diego le dijo a su abuelo: "¡Abuelo, algún día quiero ganar un mundial como Messi!".
El abuelo sonrió y le respondió: "Si trabajas duro y nunca te rindes, podrás lograr todo lo que te propongas". Diego tomó esas palabras como un desafío personal y decidió entrenar más fuerte que nunca.
Todos los días después de la escuela, iba al potrero a practicar tiros libres, pases largos y jugadas creativas. Su determinación era tan grande que incluso bajo la lluvia o el intenso sol seguía practicando sin descanso.
Llegó el día del campeonato local y el equipo de Diego llegó a la final contra sus rivales más fuertes. El partido estaba empatado 1-1 y faltaba solo un minuto para el final.
En ese momento crucial, Diego recordó todas las enseñanzas de su abuelo y decidió jugársela con una jugada inspirada en Messi. Diego tomó el balón en la mitad de la cancha, regateó a dos defensores rivales con habilidad y se plantó frente al arquero.
Con calma y precisión, remató al ángulo superior derecho marcando un gol espectacular que dejó a todos boquiabiertos. El silbato final sonó segundos después y el equipo de Diego se consagró campeón. Todos en el pueblo celebraron la victoria con alegría y orgullo.
Esa noche, en casa con su abuelo, Diego recibió una sorpresa inesperada. En la televisión pasaban imágenes del mundial donde Argentina se enfrentaba a Francia en una final histórica.
"¡Abuelo! ¡Mira qué coincidencia! ¡Argentina está jugando contra Francia igual que nosotros hoy!", exclamó emocionado Diego. "Sí hijo... ¿Y sabes qué significa eso?", preguntó misteriosamente el abuelo. "¿Qué significa abuelo?", preguntó intrigado Diego. "Significa que si crees en ti mismo, trabajas duro y nunca te rindes...
¡también puedes ser como Messi! ¡Vamos Argentina!", exclamaron juntos levantando los brazos hacia el cielo.
Desde ese día, Diego siguió entrenando cada vez más fuerte para alcanzar su sueño de llegar a ser como Messi e incluso jugar algún día un mundial representando a su país. Y aunque no sabemos cómo terminará esta historia todavía... ¿te animarías tú también a seguir tus sueños como lo hizo Diego?
FIN.