En busca de la libertad


Había una vez en un hermoso prado verde, un caballo llamado Rayito. Rayito vivía en una granja donde pasaba sus días trabajando arduamente tirando de carretas y llevando a los niños de paseo.

Pero en lo más profundo de su corazón, Rayito anhelaba ser libre y correr por el prado sin ninguna preocupación.

Un día, mientras descansaba bajo la sombra de un árbol, Rayito vio a una hermosa y elegante yegua llamada Estrella galopando con gracia por el prado. Desde ese momento, Rayito supo que quería formar una familia con ella y vivir juntos en libertad. Decidido a cumplir su sueño, Rayito se acercó a Estrella con timidez y le dijo:"Hola, Estrella.

Soy Rayito y desde que te vi, supe que quiero formar una familia contigo y ser libres juntos". Estrella miró a Rayito con ternura y respondió:"Hola, Rayito. También he soñado con la libertad y me encantaría formar una familia contigo".

Emocionados por su mutuo deseo de libertad y amor, Rayito y Estrella decidieron escaparse de la granja esa misma noche. Mientras todos dormían, los dos caballos emprendieron su huida hacia el prado infinito.

Al principio fue difícil para ellos adaptarse a su nueva vida en libertad. No estaban acostumbrados a buscar comida por sí mismos ni a cuidarse sin la ayuda de los humanos. Pero juntos superaron cada obstáculo que se les presentaba.

Pasaron los días corriendo felices por el prado, jugando entre ellos y explorando nuevos lugares llenos de belleza natural. Pronto llegaron otros animales del bosque para unirse a su pequeña familia: conejos curiosos, pájaros cantores e incluso un zorro amigable.

Una noche oscura, mientras observaban las estrellas brillar en el cielo despejado, Estrella suspiró profundamente. "Rayito, gracias por ayudarme a cumplir mi sueño de ser libre. Ahora nuestra familia es grande y llena de amor". Rayito sonrió con gratitud hacia Estrella.

"Estoy feliz de haber tomado la decisión de escapar juntos. Nuestra aventura ha sido maravillosa gracias al amor que compartimos".

Y así, entre risas y juegos bajo la luz de la luna, la familia formada por Rayito y Estrella encontró la verdadera felicidad en la libertad del prado donde corrían libres como el viento para siempre jamás.

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