en busca de las vocales

Violeta era una niña curiosa y aventurera que vivía en un país mágico donde las vocales eran poderosas guardianas de la sabiduría. Un día, al escuchar una hermosa canción sobre las vocales, Violeta decidió emprender un viaje en busca de las cinco vocales mágicas: A, E, I, O, U. Con valentía y determinación, se internó en un bosque encantado, donde cada sendero era custodiado por un desafío relacionado con una vocal. En su camino, conoció a los animales parlanchines que la ayudarían en su búsqueda: el alegre mono Amarillo, la ágil cebra Esmeralda, el ingenioso zorro Ícaro, el ocurrente oso Óscar y el unicornio Unai, siempre unido a la unidad.

En su primera parada, el mono Amarillo le dijo a Violeta: "Para encontrar la A, debes ayudarme a recolectar manzanas en el árbol más alto del bosque". Con esfuerzo y cooperación, lograron su cometido y la letra A les reveló el camino hacia la próxima aventura.

Más adelante, la cebra Esmeralda le dijo a Violeta: "Para encontrar la E, deberás superar un circuito de equitación en el que deberás esquivar espinas". Después de una carrera emocionante, la letra E les mostró el siguiente sendero.

Así, con ingenio y esfuerzo, fueron superando los desafíos para encontrar a las vocales restantes. Finalmente, llegaron a un enigmático laberinto donde la ultima letra U estaba custodiada por un dragón despiadado. Con astucia y valentía, lograron vencer al dragón y liberar a la vocal U de su cautiverio.

Al unir todas las vocales mágicas, Violeta descubrió que habían formado una canción que revelaba el secreto de la sabiduría. Con este conocimiento, regresó a su hogar convertida en la guardiana de las vocales, dispuesta a enseñar a otros niños sobre la importancia de estas letras en el lenguaje y la comunicación.