En busca de los colores del arcoíris


Había una vez en un mundo lleno de color, donde las vocales vivían felices y contentas. Cada vocal tenía su propio color y personalidad única.

La letra —"A"  era roja como una manzana madura, siempre lista para aventurarse en nuevas palabras. La letra —"E"  era amarilla como el sol, radiante y alegre en todo momento. La letra —"I"  era azul como el cielo despejado, tranquila y serena ante cualquier situación.

La letra —"O"  era anaranjada como una puesta de sol, siempre dispuesta a jugar y divertirse. Y la letra —"U"  era verde como un prado primaveral, fuerte y solidaria con sus amigos.

Un día, los colores del arcoíris desaparecieron misteriosamente del mundo de las vocales. El cielo ya no lucía azul ni el sol brillaba amarillo. Las vocales estaban preocupadas y decidieron emprender un viaje juntas para encontrar los colores perdidos.

"¿Qué habrá pasado con nuestros queridos colores?", se preguntaba la vocal —"A" . "No lo sé, pero debemos encontrarlos cuanto antes", respondió la vocal —"E" . Las vocales recorrieron valles y montañas, cruzaron ríos y bosques encantados en busca de pistas que las llevaran a los colores perdidos.

En su camino se encontraron con diferentes personajes que necesitaban ayuda: un árbol sin hojas que anhelaba recuperar su verdor, un pájaro gris que soñaba con cantar melodías alegres nuevamente, y una mariposa apagada que deseaba volver a volar con sus alas coloridas.

"Quizás si ayudamos a estos seres necesitados podamos encontrar alguna pista sobre los colores perdidos", sugirió la vocal —"I" . "¡Es una excelente idea! Juntos podemos lograr grandes cosas", exclamó la vocal —"O" .

Las vocales se dedicaron a ayudar a cada uno de los seres que encontraban en su camino, devolviéndoles la alegría y el color a sus vidas. Con cada buena acción realizada, el mundo parecía cobrar vida nuevamente.

Finalmente, luego de superar numerosos desafíos y obstáculos, las vocales llegaron al final del arcoíris donde encontraron al culpable de la desaparición de los colores: una nube negra llamada Tristonube.

Tristonube había robado los colores del arcoíris por envidia hacia su belleza e intentaba ocultarlos para siempre en lo más profundo del cielo gris. "¡Devuélvenos nuestros colores inmediatamente!", exigieron las vocales valientemente. Tristonube dudó por un momento ante tanta determinación por parte de las vocales. Finalmente cedió ante su bondad y les devolvió los colores robados.

Con gran alegría, las vocales regresaron al mundo lleno de color llevando consigo el arcoíris completo detrás de ellas.

El cielo volvió a ser azul como nunca antes visto; el sol brillaba más amarillo que nunca; cada flor lucía radiante con todos sus tonos; los pájaros cantaban melodías felices mientras revoloteaban entre mariposas multicolores. Desde ese día en adelante, las vocales recordaron siempre la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y la bondad hacia los demás.

Y así vivieron felices para siempre coloreando palabras e historias con amor y amistad.

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