En busca de Luna



Oliver estaba muy preocupado por su amiga Luna. No entendía cómo podía haber desaparecido sin dejar rastro. Decidió buscarla por todo el bosque, preguntando a los demás animales si la habían visto.

-¿Has visto a Luna? -preguntaba Oliver a cada animal que encontraba en su camino. Pero ninguno de ellos tenía noticias de Luna. Oliver se sentía cada vez más triste y preocupado. No sabía qué hacer.

De repente, un pajarito llamado Pepito voló hacia Oliver y le dijo:-Yo vi a Luna ayer, pero estaba muy asustada y se fue corriendo hacia la cueva del lobo malvado. Oliver sintió un escalofrío recorriendo su espalda al escuchar eso.

Sabía que el lobo era peligroso y no quería que nada malo le pasara a su amiga. Sin pensarlo dos veces, decidió ir en busca de Luna. Cuando llegó a la cueva del lobo, Oliver vio a Luna escondida detrás de unas rocas, temblando de miedo.

-Luna, ¡estoy aquí para salvarte! -dijo Oliver valientemente-. No tienes que tener miedo mientras estemos juntos. Luna miró a Oliver con ojos llenos de gratitud y susurró:-Gracias por venir en mi ayuda, Oliver.

Me perdí en el bosque y terminé aquí por accidente. Tengo tanto miedo... -No te preocupes, Luna. Vamos a salir de aquí juntos -respondió Oliver con determinación-. Confío en que podemos superar cualquier obstáculo si estamos unidos.

Oliver ideó un plan para distraer al lobo y así poder escapar. Hizo ruidos fuertes y corrió en dirección opuesta. El lobo, confundido, persiguió a Oliver mientras Luna aprovechaba la oportunidad para salir de la cueva.

Cuando Oliver se dio cuenta de que el lobo ya no lo seguía, regresó rápidamente a buscar a Luna. La encontró esperándolo cerca de un árbol. -¡Lo logramos, Luna! Estamos a salvo -dijo Oliver emocionado-.

Pero ahora debemos regresar al bosque antes de que el lobo vuelva. Oliver y Luna caminaron juntos hacia el bosque, apreciando cada paso que daban en su camino de regreso. Se sentían más fuertes sabiendo que podían superar cualquier desafío si estaban juntos.

Desde ese día, Oliver y Luna se convirtieron en los mejores amigos del mundo. Aprendieron que la amistad verdadera puede ayudarnos a superar nuestros miedos y enfrentar cualquier adversidad con valentía.

Y así, Oliver y Luna siguieron explorando el bosque juntos, aprendiendo nuevas lecciones y viviendo grandes aventuras mientras fortalecían su amistad día tras día.

FIN.

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