En busca de mamá



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Perruna, un perro muy especial llamado Puki. Puki era un cachorrito travieso y curioso que siempre estaba en busca de aventuras.

Vivía con su dueña, la señora Rosa, quien lo quería con todo su corazón. Un día soleado, mientras paseaban por el parque, Puki vio a lo lejos a un gatito perdido llorando desconsoladamente. Sin dudarlo, corrió hacia él para consolarlo.

El gatito se llamaba Pelusa y se había separado de su mamá. "¿Qué te pasa, amiguito? ¿Estás perdido?" -preguntó Puki con ternura. "Sí, me separé de mi mamá y no sé cómo encontrarla" -respondió Pelusa entre sollozos.

Puki decidió ayudar a Pelusa a buscar a su mamá por todo el pueblo. Juntos recorrieron calles y callejones, preguntaron a otros animales e incluso pidieron ayuda a los pájaros que volaban sobre sus cabezas.

Después de mucho buscar, finalmente encontraron a la mamá gata en un árbol del parque. La mamá gata estaba muy preocupada por su hijo y no podía bajar del árbol. Puki se acercó lentamente al tronco y con cuidado le ladró para tranquilizarla.

La mamá gata bajó despacio y abrazó a Pelusa con cariño. "¡Gracias por ayudarnos! Eres un perro muy valiente y amable", dijo la mamá gata mirando a Puki con gratitud. "De nada, solo hice lo que cualquier amigo haría", respondió Puki feliz de haber podido ayudar.

Desde ese día, Puki se convirtió en el héroe del pueblo y todos los animales lo admiraban por su nobleza y generosidad.

La señora Rosa estaba muy orgullosa de él y le dio una medalla como reconocimiento por su gran corazón. A partir de entonces, Puki siguió viviendo muchas aventuras junto a sus amigos del pueblo perruno, demostrando que la verdadera valentía está en ayudar al prójimo y ser solidario en todo momento.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡siempre ayuda al prójimo como lo hizo Puki!

FIN.

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