En busca de mamá en la ciudad de las estrellas
Había una vez dos hermanos perritos llamados Max y Luna. Ellos vivían en un pequeño pueblo rodeado de montañas y praderas, pero un día, su madre desapareció sin dejar rastro alguno.
Los cachorros estaban muy tristes y preocupados, así que decidieron emprender la búsqueda de su mamá. Un buen día, los hermanos partieron hacia la ciudad de Los Ángeles. Era la primera vez que veían tantos edificios altos y tanta gente caminando por las calles.
Max estaba asustado por el ruido de los coches y las motos, mientras que Luna se mostraba curiosa ante todo lo nuevo que veía.
Caminaron durante horas buscando pistas sobre su madre, preguntándole a todo aquel que encontraban en su camino si habían visto a una perrita marrón con manchas blancas. Pero nadie parecía saber nada. De repente, escucharon unos ladridos provenientes de un callejón cercano. Sin pensarlo dos veces, corrieron hacia allí para ver qué pasaba.
Descubrieron a otro perro ladrando desesperadamente porque se había quedado atrapado entre unas cajas pesadas. Max y Luna se acercaron al perro desconocido para ayudarlo a salir de allí. Juntos empujaron las cajas hasta liberar al perro atrapado.
Cuando lograron sacarlo del callejón oscuro, el perro les dijo:- Muchas gracias amigos por salvarme la vida ¿Cómo puedo recompensarlos? Los cachorros le explicaron que estaban buscando a su madre perdida en la ciudad y el perro desconocido les ofreció su ayuda para encontrarla.
Le contaron que él conocía a muchos otros perros en la ciudad y que juntos podrían buscar por todos lados. Así fue como Max, Luna y el nuevo amigo llamado Rocky comenzaron a recorrer las calles de Los Ángeles.
Preguntaban a cada perro que encontraban si habían visto a una perrita marrón con manchas blancas. Pero nadie sabía nada. Fue entonces cuando llegaron al parque más grande de la ciudad.
Allí se encontraba un grupo de perros mayores jugando juntos. Entre ellos había un viejo perro sabio llamado Zeus, quien comenzó a contarles una historia muy interesante sobre una perra perdida que había encontrado hacía unos días.
- La vi vagando sola por aquí cerca - dijo Zeus - pero no se dejaba acercar por ningún otro perro ni humano. Parecía tener mucho miedo. Max, Luna y Rocky supieron en ese momento que esa debía ser su madre desaparecida.
Corrieron hacia donde Zeus les indicó y allí estaba ella, asustada y temblorosa entre los arbustos del parque. Los cachorros corrieron hacia su mamá ladrando emocionados mientras ella los recibió con lametazos cariñosos en sus hocicos mojados por las lágrimas de felicidad.
- ¡Mamá! ¡Mamá! - gritaban Max y Luna -.
Te hemos encontrado gracias a nuestros amigos nuevos: Rocky y Zeus! La familia reunida se tomó un tiempo para descansar en el parque antes de regresar al pueblo natal donde vivían todos juntos felizmente desde aquel día. Desde esa aventura, Max, Luna y Rocky se convirtieron en los mejores amigos. Aprendieron que la unión hace la fuerza y que siempre hay alguien dispuesto a ayudar en momentos difíciles.
Además, encontraron a su madre gracias a su perseverancia y valentía. Y así fue como la ciudad de Los Ángeles dejó una huella imborrable en sus corazones.
FIN.