en busca del cortador de la luna



Lionel era un niño curioso y aventurero que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Una noche, mientras observaba la luna llena en el cielo, se dio cuenta de que la mitad de la luna había desaparecido misteriosamente.

Intrigado por este enigma celestial, Lionel decidió emprender una emocionante aventura para descubrir quién había cortado la luna a la mitad. En su búsqueda, Lionel se encontró con personajes peculiares y vivió experiencias fascinantes.

Con la ayuda de su fiel amigo, el perro Rufus, Lionel recorrió los bosques, los campos y los arroyos en busca de pistas. -“Rufus, tenemos que encontrar al culpable de este misterio.

Tal vez la sabia señora Tortuga que vive en el bosque nos pueda ayudar”, dijo Lionel. Juntos, se adentraron en el frondoso bosque donde encontraron a la señora Tortuga. -“Hola, querida señora Tortuga. ¿Ha visto algo inusual en el bosque últimamente? ”, preguntó Lionel con entusiasmo.

La sabia tortuga les contó sobre una criatura mágica que merodeaba por la noche con unas tijeras gigantes. Con esta pista, Lionel y Rufus se pusieron en marcha hacia la montaña más alta, donde se rumoreaba que vivía la misteriosa criatura.

En el camino, se encontraron con un hada traviesa que les ayudó a sortear los obstáculos del bosque.

Finalmente, llegaron a la cima de la montaña y se encontraron con el culpable: un duende distraído que, con sus tijeras mágicas, había cortado la luna por accidente mientras arreglaba su sombrero. Avergonzado, el duende les pidió disculpas y prometió reparar su error.

Con la luna completa de nuevo en el cielo, Lionel regresó a su pueblo como un héroe, llevando consigo la lección de que incluso los misterios más grandes pueden tener una explicación lógica. Desde entonces, Lionel siguió buscando aventuras y desvelando misterios, siempre con la valentía y la determinación que lo caracterizaban.

FIN.

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