en busca del queso perdido



Había una vez, en un pequeño jardín de Inglaterra, unos gnomos muy especiales llamados Tom y Lucy. Estos gnomos vivían felices cuidando las plantas y los animales del jardín.

Un día, mientras paseaban por el parque, Tom y Lucy notaron algo extraño. Había mucha basura tirada por todas partes. Botellas vacías, latas de refresco y bolsas de plástico estaban esparcidas por el suelo.

Tom se acercó a una lata de refresco y dijo: "¡Qué tristeza! La gente no está cuidando nuestro hermoso hogar". Lucy asintió con la cabeza y agregó: "Tenemos que hacer algo al respecto". Decidieron hablar con sus amigos animales para pedir ayuda. Primero encontraron a Bobby el conejo.

Le explicaron lo importante que era reciclar para mantener limpio el jardín. —"Bobby" , dijo Tom, "necesitamos tu ayuda para enseñarle a la gente sobre la importancia del reciclaje". El conejo asintió emocionado y dijo: "¡Claro que sí! Juntos podemos hacer una diferencia".

Luego se encontraron con Oscar el búho sabio. Le contaron sobre cómo reducir la cantidad de basura que producimos cada día. —"Oscar" , le explicó Lucy, "queremos que nos ayudes a enseñarles a todos cómo usar menos cosas innecesarias".

El búho sabio pensó durante un momento y respondió: "La clave está en comprar solo lo necesario y reutilizar las cosas siempre que sea posible".

Con su equipo formado por Bobby y Oscar, Tom y Lucy comenzaron a planear una gran campaña de reciclaje. Decidieron construir un cartel gigante en el jardín para recordarle a la gente que debían usar los contenedores de reciclaje. "¡Vamos a necesitar muchos materiales!", dijo Tom emocionado.

Lucy sonrió y respondió: "No te preocupes, podemos pedirle ayuda al señor Smith, nuestro vecino amable". El señor Smith era muy bueno con las manualidades y siempre tenía cosas útiles en su garaje.

Les dio cajas de cartón, latas vacías y botellas de plástico para construir el cartel. Con la ayuda del señor Smith, los gnomos trabajaron duro durante días para terminar el cartel gigante. Lo colocaron en un lugar visible del jardín para que todos pudieran verlo.

Cuando la gente vio el cartel, se sorprendieron y comenzaron a preguntarse qué significaba. Tom y Lucy explicaron cómo reciclar podía ayudar al medio ambiente y mantener limpio su hogar. Los niños del vecindario se entusiasmaron mucho con la idea del reciclaje.

Comenzaron a separar sus residuos en diferentes contenedores: papel, plástico, vidrio y metal. Tom, Lucy, Bobby y Oscar estaban muy contentos con lo logrado. Gracias a su esfuerzo, ahora había menos basura tirada por todas partes.

"¡Hemos hecho una gran diferencia!", exclamó Bobby emocionado. "Sí", dijo Oscar sabiamente, "todos podemos hacer nuestra parte para cuidar nuestro planeta".

Desde ese día en adelante, todos los gnomos vivieron felices sabiendo que habían enseñado a las personas sobre la importancia de las tres R: reciclar, reducir y reutilizar. Y así, gracias al trabajo en equipo y la dedicación de estos gnomos especiales, el jardín volvió a ser un lugar limpio y hermoso para vivir.

FIN.

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