En busca del tesoro



Había una vez un pequeño ratón llamado Tomás que vivía en un agujero en la pared de una casa.

Él siempre soñaba con aventuras y salir a explorar el mundo, pero su mamá le decía que era demasiado peligroso para un ratón tan joven como él. Un día, mientras jugaba con sus amigos en el jardín trasero, escuchó a un grupo de pájaros hablar sobre un tesoro escondido en el bosque cercano.

Tomás no podía creer lo que estaba escuchando y decidió ir en busca del tesoro. "¿Puedo venir con ustedes?" preguntó Tomás emocionado. "Lo siento amigo, pero este es nuestro viaje" respondió uno de los pájaros. Sin embargo, Tomás no se dio por vencido.

Decidió buscar ayuda entre sus amigos y encontró a Lucas, otro ratón valiente como él. "Lucas, ¿quieres acompañarme a encontrar el tesoro?" preguntó Tomás entusiasmado. "¡Por supuesto! Será una gran aventura" respondió Lucas emocionado.

Los dos amigos se prepararon para su viaje al bosque y empacaron todo lo necesario para la travesía. Mientras caminaban por el camino del bosque, se encontraron con diferentes obstáculos: ríos caudalosos, montañas altas e incluso animales peligrosos.

Pero cada vez que enfrentaban estos desafíos juntos y trabajando en equipo lograban superarlos sin problemas. Finalmente llegaron al lugar donde supuestamente estaba oculto el tesoro. Buscaron por todas partes hasta que finalmente encontraron una caja llena de monedas y joyas.

"¡Lo logramos!" gritó Tomás emocionado. Pero cuando se disponían a regresar, descubrieron que el camino de vuelta estaba bloqueado por un gran árbol caído.

Parecía imposible atravesarlo, pero Lucas tuvo una idea brillante: construir un pequeño túnel debajo del árbol para poder pasar. Después de varios intentos fallidos, finalmente lo lograron. Y así, con su valentía y trabajo en equipo, Tomás y Lucas regresaron a casa con el tesoro en sus manos.

"¡Mamá! ¡Mira lo que encontramos!" exclamó Tomás emocionado al llegar a casa. Su mamá estaba sorprendida y orgullosa de su hijo por haber sido tan valiente y haber trabajado en equipo para conseguir su objetivo.

A partir de ese día, Tomás aprendió que los sueños pueden hacerse realidad si uno trabaja duro y no se rinde ante los obstáculos. Y así se convirtió en un ratón aún más valiente e inspirador para todos sus amigos.

FIN.

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