En busca del tesoro perdido



Había una vez en un reino muy lejano, un perrito llamado Choco y un gato llamado Mimi. Ellos eran los mejores amigos del mundo, siempre jugaban juntos y se cuidaban el uno al otro.

Un día, mientras caminaban por el bosque cerca de su casa, encontraron un mapa que llevaba a un tesoro escondido en una cueva secreta. Choco y Mimi sabían que esta era la aventura perfecta para ellos.

"¡Mira lo que encontré!"- dijo Choco emocionado mostrando el mapa a Mimi. "¡Eso parece ser divertido! ¡Vamos a buscar ese tesoro!"- respondió Mimi con entusiasmo. Los dos amigos corrieron hacia la cueva, pero no sabían que estaban siendo seguidos por el malvado gato del reino, Garfield.

Él también había encontrado el mapa y quería quedarse con todo el tesoro para sí mismo. Cuando llegaron a la cueva, descubrieron que estaba llena de trampas peligrosas.

Pero con astucia e ingenio lograron superar cada obstáculo hasta llegar al final de la cueva donde encontraron un cofre lleno de monedas y joyas brillantes. "Lo hicimos amigo mío" - exclamó Mimi emocionada mientras saltaba sobre las monedas"Sí...

pero espera ¿Dónde está Garfield?"- preguntó preocupado ChocoEn ese momento escucharon unos maullidos desde detrás de una roca. Cuando se acercaron vieron a Garfield atrapado entre las piedras después de haber caído en una trampa mortal.

Choco y Mimi se dieron cuenta de que no podían dejarlo allí y decidieron trabajar juntos para salvarlo. Con mucho esfuerzo, lograron liberarlo y todos regresaron al reino con el tesoro en sus manos.

Desde ese día, Garfield cambió su actitud hacia los demás animales del reino y se convirtió en un amigo leal de Choco y Mimi. Los tres amigos aprendieron la importancia de trabajar juntos, ser valientes y tener compasión por los demás. Y así es como Choco, Mimi y Garfield vivieron felices para siempre.

FIN.

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