En el Principio del Gran Bosque
Había una vez, en un bosque muy lejano, un grupo de animales que vivían en armonía. Entre ellos se encontraban Lila la liebre, Tito el búho, y Fernando el zorro. Siempre jugaban y se ayudaban mutuamente, pero había un lugar en el bosque que ninguno de ellos se atrevía a explorar: la Cueva Oscura.
Un día, mientras se acercaban al arroyo, Lila dijo:
"¿Alguna vez se preguntaron qué habrá en la Cueva Oscura?"
Tito, que era muy sabio, hizo un gesto de preocupación:
"Esa cueva tiene fama de ser misteriosa y oscura. A veces es mejor no aventurarse en lo desconocido."
Fernando, que era valiente pero algo imprudente, exclamó:
"¡Yo quiero ver qué hay allí! Tal vez haya tesoros escondidos!"
Justo en ese momento, pasó por allí Doña Tortuga, quien escuchó desde lejos y se acercó para participar:
"¿Qué es eso de tesoros? ¿Están hablando de la Cueva Oscura?"
"Sí, Doña Tortuga -respondió Lila- queremos saber qué hay adentro."
"Mi abuela siempre decía que lo que se encuentra en la oscuridad puede ser asombroso pero también un poco aterrador. Siempre hay que estar preparados para lo inesperado."
Intrigados pero un poco asustados, el grupo decidió que al día siguiente se aventurarían juntos a la cueva, para que no tuvieran que enfrentarse al miedo solos.
Al día siguiente, mientras el sol apenas iluminaba el cielo, se dirigieron hacia la Cueva Oscura. Todos llevaban una linterna y un trozo de papel para tomar notas de lo que encontraran.
Al llegar al borde de la cueva, Lila dijo:
"¿Deberíamos entrar? Puede ser peligroso..."
"¡Claro! -respondió Fernando emocionado- ¡No hay nada que temer! Somos un gran equipo."
Con ese aliento de valentía, se adentraron. Lo primero que notaron fue un frío sofocante y un eco que resonaba en las paredes. De repente, Tito iluminó algo en el suelo.
"Miren, parece que hay dibujos antiguos en las piedras. Esto es interesante. ¡Quizás sea una pista!"
Comenzaron a observar más de cerca y notaron que los dibujos representaban a animales del bosque ayudándose mutuamente. Lila exclamó:
"¡Es increíble! Estos animales eran amigos, como nosotros."
Fernando, un poco desilusionado, comentó:
"Pero no hay tesoros. Solo dibujos."
"Es un tesoro de conocimiento -dijo Tito- nos enseñan la importancia de la amistad y la colaboración."
De pronto, se escuchó un ruido detrás de ellos. Era una criatura pequeña y peluda que los miraba con curiosidad. Era un erizo llamado Hugo.
"Hola, amigos. ¿Qué hacen aquí en la Cueva Oscura?"
"¡Hola, Hugo! -respondió Lila- Vinimos a encontrar un tesoro, pero encontramos esto en su lugar."
Hugo sonrió y dijo:
"Los mejores tesoros no siempre son materiales. A veces, son aprendizajes y recuerdos. ¿Quieren que les cuente la leyenda de esta cueva?"
Entusiasmados, los animales se sentaron a escuchar a Hugo.
"Años atrás, la cueva fue el hogar de muchos animales. Ellos crearon estos dibujos para recordarse siempre que la amistad y la solidaridad son más valiosas que cualquier oro o joya."
Lila sintió que nunca había entendido el significado de la amistad tan claramente antes:
"¡Es cierto! La amistad es el regalo más grande que podemos tener."
Fernando, que había estado ansioso por un tesoro, miró las imágenes con nuevos ojos:
"Quizás lo que buscábamos no era un tesoro, sino aprender de la historia del bosque."
Los cuatro amigos decidieron que no podían dejar que aquella valiosa lección se olvidara. Así que, junto a Hugo, cuidaron de la cueva y prometieron contar la historia de la amistad a todos los animales que conocieran.
Cuando salieron de la cueva, el sol brillaba más que nunca, y ya no tenían miedo del lugar que antes les parecía oscuro.
"¡Vayamos a compartir esto con todos! -propuso Lila-
Enseñemos a los demás lo que hemos aprendido."
Así, Lila, Tito, Fernando, y su nuevo amigo Hugo, recorrieron el bosque, compartiendo la inolvidable historia de la Cueva Oscura, donde el verdadero tesoro era la amistad. Todos entendieron que cuando se pisan terrenos desconocidos, siempre se puede encontrar grandes aprendizajes y recuerdos.
Y desde entonces, el Gran Bosque se llenó de risas, juegos y sobre todo, muchas amistades, y así vivieron todos felices para siempre.
FIN.