Encontrando el Camino

Matías se encontraba en medio de un bosque oscuro y tenebroso. No sabía cómo había llegado allí, pero lo que sí sabía era que estaba solo y asustado.

De repente, comenzó a escuchar unos ruidos extraños y unas sombras siniestras se movían entre los árboles. - ¿Hola? - dijo Matías con voz temblorosa - ¿Hay alguien ahí? Pero no hubo respuesta.

Matías decidió caminar hacia el camino más iluminado para encontrar una salida del bosque, pero mientras avanzaba, las criaturas tenebrosas comenzaron a perseguirlo. - ¡Corre! - gritó una voz desconocida. Matías no sabía quién le había hablado, pero hizo caso y empezó a correr sin mirar atrás.

Las criaturas lo seguían de cerca, pero Matías logró escapar gracias a su velocidad y agilidad. Finalmente, llegó a un claro del bosque donde encontró una pequeña cabaña abandonada. Se escondió allí para descansar un poco y pensar en cómo salir del lugar.

- Esto es muy extraño - pensó Matías - ¿Cómo llegué aquí? ¿Y por qué estas criaturas me quieren atacar? De repente, recordó algo importante: siempre llevaba consigo un mapa y una brújula cuando salía de campamento con sus amigos.

Buscando en sus bolsillos encontró ambos objetos. Con la ayuda del mapa y la brújula, Matías pudo orientarse correctamente dentro del bosque oscuro e identificar la dirección correcta para encontrar la salida. Sin embargo, las criaturas tenebrosas seguían persiguiéndolo.

- No puedo enfrentarlos solo - pensó Matías - necesito ayuda. Justo en ese momento, una luz brillante apareció en el cielo y un grupo de personas descendió del cielo. Eran seres angelicales que se ofrecieron a ayudar a Matías.

Juntos, lograron enfrentar a las criaturas tenebrosas y escapar del bosque oscuro. Matías aprendió la importancia de llevar siempre consigo objetos útiles como mapas y brújulas, además comprendió que nunca está solo cuando necesita ayuda.

Desde ese día, Matías valoró más su seguridad y aprendió a cuidarse mejor para evitar situaciones peligrosas. Y cada vez que salía de campamento con sus amigos, siempre llevaba consigo esos objetos útiles y recordaba la lección que había aprendido en aquel bosque oscuro.