enfrentando el miedo con valentía
ncias. Mateo era un niño muy curioso y siempre buscaba aprender cosas nuevas, así que decidió investigar más sobre los fuegos artificiales. Un día, mientras navegaba por internet, encontró un video que hablaba sobre cómo funcionaban los juegos pirotécnicos.
El video explicaba que los fuegos artificiales están hechos de diferentes materiales químicos que al ser encendidos, crean luces y sonidos en el cielo.
También mencionaban que existen diferentes tipos de fuegos artificiales, algunos más fuertes y ruidosos que otros. Mateo se dio cuenta de que su miedo a los juegos pirotécnicos venía principalmente del desconocimiento. Así que decidió hablar con su papá para compartirle sus preocupaciones.
"Papá, estoy emocionado por el año nuevo pero también tengo miedo de los fuegos artificiales", le dijo Mateo. Su papá lo escuchó atentamente y le explicó: "Comprendo tu preocupación, Mateo. Los fuegos artificiales pueden ser ruidosos y asustar a algunas personas o animales.
Pero debemos recordar algo importante: siempre debemos mantenernos seguros". Juntos, buscaron información sobre las precauciones necesarias para disfrutar de los juegos pirotécnicos sin riesgo alguno.
Descubrieron que es fundamental mantener una distancia segura cuando se encienden los fuegos artificiales y nunca manipularlos sin la supervisión de adultos responsables. Además, aprendieron acerca del cuidado necesario para proteger sus oídos durante la explosión de los cohetes más fuertes. Mateo se sintió aliviado al saber qué hacer para estar seguro durante las celebraciones.
El día de año nuevo llegó y Mateo estaba preparado. Junto a su familia, se reunieron en la plaza del pueblo para disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales.
Había luces de todos los colores en el cielo y los sonidos llenaban el aire. Mateo observaba maravillado cada explosión, pero siempre manteniendo una distancia segura. Su papá le recordaba constantemente las precauciones que habían aprendido juntos. De repente, uno de los cohetes más grandes explotó con un estruendo ensordecedor.
Mateo sintió miedo, pero recordó lo importante que era proteger sus oídos. Se tapó los oídos con sus manos y respiró profundamente para calmarse.
Luego de unos segundos, el ruido disminuyó y Mateo pudo escuchar los aplausos emocionados de la gente alrededor suyo. Miró a su papá y le sonrió sabiendo que había superado su miedo gracias a la información que habían buscado juntos.
A medida que avanzaba la noche, Mateo se fue sintiendo más cómodo con los juegos pirotécnicos. Incluso comenzó a disfrutarlos y a emocionarse por cada nueva explosión en el cielo. Al finalizar el espectáculo, Mateo se dio cuenta de lo valioso que es enfrentar nuestros miedos cuando tenemos información adecuada y tomamos precauciones necesarias.
Desde ese día en adelante, Mateo no solo dejó atrás su temor a los juegos pirotécnicos sino que también aprendió la importancia de investigar antes de formarse opiniones basadas en desconocimiento.
Y así, junto a su familia, continuaron celebrando cada año nuevo con alegría y seguridad, disfrutando de los fuegos artificiales y creando hermosos recuerdos juntos.
FIN.