enfrentando los nervios



Andrea era una maestra joven y talentosa que estaba a punto de presentarse a una importante oposición para obtener un nuevo cargo. Sin embargo, los nervios la invadían constantemente, y cada día que pasaba se sentía más ansiosa.

Una noche, mientras intentaba preparar sus clases, Andrea escuchó un ruido extraño en el jardín de su casa. Decidió investigar y descubrió a un grupo de animales bastante particulares: un conejo, un zorro y un búho. Estos animales resultaron ser muy amigables, y le contaron a Andrea que eran los guardianes de la sabiduría, la valentía y la alegría respectivamente.

- ¡Hola, Andrea! Nosotros sabemos que estás nerviosa por la oposición, pero estamos aquí para ayudarte -dijo el búho con una voz sabia y reconfortante.

- ¿Cómo pueden ayudarme ustedes? -preguntó Andrea, sorprendida por la aparición de estos curiosos personajes.

- Sabemos que estás llena de conocimientos y pasión por la enseñanza, pero necesitas aprender a controlar tus miedos. Te enseñaremos valiosas lecciones que te serán de gran ayuda -explicó el zorro con una sonrisa amigable.

Así comenzó la extraordinaria aventura de Andrea junto a estos tres amigos. El conejo le enseñó a relajarse y a respirar profundamente para controlar sus nervios; el zorro le mostró cómo enfrentar sus miedos con valentía, superando obstáculos y desafíos; y el búho le recordó la importancia de disfrutar cada momento, encontrar la alegría en las pequeñas cosas y no perder de vista su pasión por enseñar.

Con el tiempo, Andrea comenzó a aplicar estas lecciones en su vida diaria. A medida que practicaba la respiración profunda, la valentía y la alegría, sus nervios se fueron disipando. Finalmente, llegó el día de la oposición y Andrea se presentó con confianza y determinación. Sorprendió a todos con su calma y seguridad, deslumbrando con su pasión por la enseñanza y su valioso conocimiento.

A pesar de la dura competencia, Andrea logró obtener el nuevo cargo, gracias a los consejos y enseñanzas de sus amigos animales. A partir de ese día, se convirtió en una maestra ejemplar, inspirando a sus alumnos con su valentía, sabiduría y alegría.

Y así, gracias a la amistad y sabiduría de estos singulares compañeros, Andrea descubrió que siempre podemos superar nuestros miedos si aprendemos a controlarlos, enfrentarlos con valentía y encontrar la alegría en el camino.

FIN.

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