Entre Dos Mundos
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un chico llamado Jose. Jose era un joven de 17 años que luchaba constantemente con sus inseguridades y miedos.
Siempre se sentía fuera de lugar y no creía en sí mismo. Un día, en el instituto, conoció a Salu, una chica de 15 años llena de vida y energía. Salu notó al instante la timidez de Jose y decidió acercarse a él.
Con el tiempo, se hicieron amigos y poco a poco Salu fue ayudando a Jose a superar sus inseguridades. Le mostraba lo increíble que era, lo valioso que podía ser. Con el paso del tiempo, su amistad se convirtió en amor.
Se volvieron inseparables, compartiendo risas pero también enfados como cualquier pareja normal. Una de las cosas que más disfrutaban hacer juntos era viajar. Descubrir nuevos lugares, culturas y vivir aventuras les llenaba el corazón de alegría.
Pero un día todo cambió cuando Salu recibió una oferta de trabajo en otra ciudad. Debían mudarse lejos de Villa Esperanza. Jose estaba destrozado por la noticia, no sabía cómo iba a sobrellevar estar separado de Salu.
"No puedo creer que te tengas que ir", dijo Jose con voz temblorosa. "Yo tampoco quiero irme, pero es una oportunidad única", respondió Salu con tristeza. Ambos estaban angustiados por la situación. Sin embargo, decidieron enfrentarla juntos como siempre lo habían hecho.
Decidieron mantener su relación a distancia y visitarse cada vez que fuera posible. Aunque no era fácil, se apoyaban mutuamente en los momentos difíciles y recordaban los bellos momentos que habían vivido juntos.
Con el tiempo, Jose comenzó a sentirse más seguro de sí mismo gracias al amor y apoyo incondicional de Salu. Aprendió a confiar en sus habilidades y a creer en su valía.
Finalmente, cuando cumplió 18 años, decidió sorprender a Salu con un viaje especial a la ciudad donde ella ahora vivía por trabajo. Cuando ella abrió la puerta y vio a Jose parado frente a ella con una sonrisa nerviosa en el rostro, no pudo contener las lágrimas de emoción.
"¡Jose! ¡¿Qué haces aquí? !", exclamó Salu sin poder creerlo. "Quería demostrarte cuánto te amo y cuánto significas para mí", dijo Jose mientras sacaba dos boletos de avión. "¡¿Nos vamos juntos? ! ¡No puedo creerlo!" gritó emocionada Salu.
Así fue como ambos emprendieron una nueva aventura juntos en la ciudad donde ahora vivirían cerca el uno del otro. Aprendieron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo si hay confianza y comunicación entre ambos.
Y colorín colorado este cuento ha terminado pero su historia apenas comienza...
FIN.