Ernestina y su viaje hacia la valentía



Ernestina era una leona muy especial. No solo por su pelaje de un amarillo intenso, sino también por su gran curiosidad y espíritu aventurero. Un día, mientras paseaba por el bosque, vio a lo lejos un arcoiris.

¡Qué cosa tan hermosa! Ella sabía que los arcoiris eran mágicos y que podrían conceder cualquier deseo. -¡Voy a pedirle tres deseos al arcoiris! -exclamó Ernestina emocionada. Y así comenzó su viaje hacia el arcoiris.

Pero no sería fácil, porque en el camino se encontraría con muchos obstáculos. Primero, tuvo que cruzar un río caudaloso. Ernestina nunca había nadado en aguas tan turbulentas antes, pero sabía que si quería alcanzar el arcoiris debía hacerlo.

Con mucho esfuerzo logró llegar al otro lado del río. -¡Uff! Eso fue difícil -dijo Ernestina jadeando-. Pero no voy a rendirme. Continuó caminando hasta llegar a una montaña empinada y rocosa.

Allí se encontró con unos monos traviesos que le bloqueaban el paso. -¿A dónde crees que vas? -preguntaron los monos burlones-. Esta montaña es nuestra y no dejamos pasar a nadie. Pero Ernestina no se rindió ante la adversidad.

Usando toda su astucia y habilidades de persuasión logró convencerlos para que la dejaran seguir adelante. Finalmente llegó al pie del arcoiris y allí estaba ella: la Diosa del Arcoiris, esperando para concederle sus tres deseos. -¿Cuáles son tus deseos, Ernestina? -preguntó la Diosa del Arcoiris.

Ernestina pensó en todo lo que había pasado para llegar hasta allí. En el río caudaloso, los monos traviesos y todas las dificultades que superó en su camino.

Entonces se dio cuenta de algo muy importante: ella ya era una leona valiente y fuerte, capaz de enfrentar cualquier obstáculo. No necesitaba pedir nada más. -Gracias, Diosa del Arcoiris -dijo Ernestina-. Ya tengo todo lo que necesito.

Y así fue como Ernestina aprendió que muchas veces las cosas más importantes no se pueden pedir ni comprar con ningún deseo mágico. La verdadera magia está dentro de nosotros mismos, en nuestra capacidad para superar obstáculos y crecer como personas.

FIN.

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