Escucha y Actúa



Había una vez, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, un joven llamado Tommy. Tommy era un chico valiente y soñador que siempre se sentía atraído por las historias de héroes y aventuras.

Vivía con sus padres y asistía a la escuela junto a sus amigos Jorge, Camilo, Manuel y Tiziano. Un día, mientras estaban en clase, el maestro comenzó a contarles sobre los sucesos pasados durante la Segunda Guerra Mundial.

Las imágenes que proyectaba llenaron sus mentes de curiosidad y admiración por aquellos hombres valientes que lucharon por la libertad. Tommy no pudo evitar sentir una llamada interior.

Quería ser parte de algo más grande que él mismo; quería ayudar a su país en tiempos difíciles. Sin pensarlo dos veces, decidió enlistarse en el ejército para ir a la guerra. Al enterarse de los planes de Tommy, sus amigos quedaron sorprendidos pero también inspirados por su valentía.

Decidieron seguirlo en esta aventura sin pedir permiso a sus padres, pues sabían que ellos no lo entenderían. Así fue como estos cinco jóvenes se convirtieron en soldados novatos del ejército estadounidense.

Aunque eran muy jóvenes e inexpertos, tenían una gran determinación y corazón para defender lo que creían justo. En el campamento militar conocieron al sargento Johnson, quien se convirtió en su guía y mentor durante su entrenamiento básico.

Les enseñó todo lo necesario para sobrevivir en el campo de batalla: cómo disparar un rifle, cómo marchar al ritmo correcto y cómo protegerse en las trincheras. Poco a poco, Tommy y sus amigos se ganaron el respeto de sus compañeros y superiores, demostrando su valentía y compromiso.

Pero también aprendieron que la guerra no era solo heroísmo y gloria, sino que había momentos de miedo, tristeza y sacrificio. Un día, mientras estaban en el frente de batalla, una gran explosión sacudió el aire.

Tommy quedó atrapado bajo los escombros de un edificio derrumbado. Sus amigos corrieron hacia él para ayudarlo, arriesgando sus propias vidas. "¡No te preocupes Tommy! ¡Te sacaremos de aquí!" gritó Manuel mientras intentaba mover los escombros. Jorge llamó a los demás soldados para que les ayudaran.

Juntos lograron liberar a Tommy y llevarlo a un lugar seguro. Aunque estaba herido, sabía que tenía un equipo fuerte y leal a su lado.

Después de ese incidente, Tommy comprendió que la verdadera fuerza radicaba en la amistad y el trabajo en equipo. Ya no quería ser solo un héroe individual; quería luchar por su país junto a sus amigos. Los días pasaron y la guerra llegó a su fin.

Tommy regresó a casa como un héroe condecorado junto con Jorge, Camilo, Manuel y Tiziano. Sus padres se sintieron orgullosos pero al mismo tiempo preocupados por lo que habían pasado estos jóvenes sin su consentimiento.

Tommy aprendió una valiosa lección durante esa experiencia: siempre es importante escuchar a nuestros padres antes de tomar decisiones tan importantes como ir a la guerra. También comprendió cómo valorar la vida y la amistad, y cómo el trabajo en equipo puede superar cualquier obstáculo.

Desde ese día, Tommy y sus amigos se convirtieron en símbolos de coraje y lealtad en su pequeño pueblo. Sus historias de valor inspiraron a otros jóvenes a seguir sus sueños pero siempre recordando escuchar las voces sabias que los rodean.

Y así, esta historia nos enseña que no importa lo jóvenes que seamos o cuán grandes sean nuestros sueños, siempre debemos buscar el consejo de aquellos que nos aman y nos cuidan.

La verdadera valentía radica en saber escuchar antes de actuar.

FIN.

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