Escuchando a los demás


Elena era una niña muy habladora, siempre tenía algo que decir y le encantaba que la escucharan. Sus amigas, en cambio, eran más calladas y no hablaban tanto como ella.

Elena se sentía un poco frustrada cuando sus amigas no le prestaban atención o simplemente no tenían mucho para agregar a la conversación. Un día, mientras jugaban en el parque, Elena notó que sus amigas parecían estar un poco aburridas.

Decidió contarles una historia emocionante sobre su última aventura con su familia en la montaña. Pero antes de que pudiera terminarla, una de sus amigas interrumpió:"Elena, ¿podemos hablar nosotras ahora? Queremos compartir nuestras propias historias también.

"Elena se sintió un poco frustrada al principio porque quería terminar su historia, pero decidió escuchar a sus amigas y darles la oportunidad de hablar. Descubrió que ellas también tenían historias interesantes para contar y se dio cuenta de lo importante que era prestar atención a los demás.

A medida que pasaba el tiempo, Elena comenzó a practicar más la escucha activa con sus amigos y familiares. Se dio cuenta de cuánto podía aprender al escuchar las experiencias y perspectivas de los demás.

También descubrió que cuando daba a los demás la oportunidad de hablar, ellos estaban más dispuestos a escucharla también. Un día en el colegio Elena estaba muy contenta porque había sido elegida para representar a su clase en un concurso escolar.

Sin embargo, durante la reunión del equipo ella comenzó a sentirse incómoda ya que uno de sus compañeros hablaba todo el tiempo y no dejaba espacio para que los demás compartieran ideas.

Elena recordó lo importante que era escuchar a los demás y decidió intervenir:"Chicos, ¿podemos tomar turnos para hablar? Así todos podemos compartir nuestras ideas y trabajar juntos". Al principio su compañero se mostró un poco reacio pero finalmente aceptó.

A partir de ese momento, el equipo comenzó a trabajar mejor juntos y lograron presentar una idea increíble en el concurso escolar. Elena aprendió que la escucha activa es fundamental en cualquier tipo de relación, ya sea amistad o trabajo en equipo.

También descubrió que al dar a los demás la oportunidad de hablar, ella podía aprender mucho más sobre ellos y construir relaciones más fuertes.

Desde ese día en adelante, Elena se convirtió en una gran oyente y siempre trató de darle a los demás la oportunidad de compartir sus historias e ideas también. Y aunque todavía le gustaba hablar mucho, había encontrado un equilibrio perfecto entre hablar y escuchar.

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