Estela, la estrella exploradora


Uno por uno, Estela visitó cada planeta del sistema solar. Primero fue a Mercurio, el planeta más cercano al sol. Allí se encontró con un montón de rocas ardientes y una temperatura extremadamente alta.

Estela decidió no quedarse mucho tiempo y continuó su viaje. Luego llegó a Venus, donde experimentó una atmósfera densa llena de nubes y un calor sofocante. A pesar de las difíciles condiciones, Estela siguió adelante con valentía.

El siguiente destino fue Marte, el planeta rojo. Estela estaba emocionada por explorar este lugar ya que había oído muchas historias sobre posible vida en Marte. Sin embargo, no encontró ninguna evidencia de vida extraterrestre allí.

Aun así, disfrutó del hermoso paisaje y las montañas marcianas. Después de Marte, Estela llegó al gigante gaseoso Júpiter. Quedó asombrada por su enorme tamaño y sus vistosos anillos.

Mientras volaba cerca de Júpiter, se dio cuenta de una pequeña nave espacial atrapada en la órbita del planeta. Era la nave espacial del astronauta Andrés. Estela se acercó rápidamente para ayudarlo: "¡Hola Andrés! ¿Necesitas ayuda?"Andrés respondió emocionado: "¡Sí! Mi nave está dañada y estoy atrapado aquí arriba".

Estela utilizó su energía estelar para remolcar la nave espacial hasta salir de la órbita peligrosa de Júpiter. Andrés estaba muy agradecido y le preguntó a Estela si quería acompañarlo en su misión de exploración espacial.

Estela aceptó encantada y juntos continuaron su viaje hacia Saturno. Al llegar, se maravillaron con sus hermosos anillos brillantes y sus lunas. Estela y Andrés pasaron días explorando el planeta, recolectando datos e imágenes para llevar de regreso a la Tierra.

Después de Saturno, visitaron Urano y Neptuno, los planetas más alejados del sol. Estela estaba fascinada por la belleza azul verdosa de estos gigantes gaseosos. Tomaron fotografías y estudiaron las características únicas de cada planeta.

Finalmente, Estela decidió regresar a casa después de haber tenido un viaje increíble lleno de descubrimientos. Se despidió tristemente de Andrés pero prometieron mantenerse en contacto. De vuelta en su hogar estelar, Estela compartió todas las historias emocionantes que había vivido con sus amigos estrellas.

Inspirados por su valentía y curiosidad, decidieron emprender aventuras similares en el espacio.

Y así, la pequeña estrella Estela se convirtió en una leyenda entre las estrellas del universo, recordándonos que nunca debemos tener miedo de explorar lo desconocido y siempre buscar nuevos horizontes para descubrir cosas maravillosas. Y quién sabe qué otros secretos esperan ser revelados más allá del sistema solar...

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