Estela y el viaje estelar


Había una vez una pequeña estrella llamada Estela que vivía en el espacio. A Estela le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas. Un día, decidió hacer un viaje especial por el sistema solar.

Estela comenzó su aventura volando a través del espacio, iluminando el camino con su brillo. Mientras exploraba, se encontró con el sol, una gran estrella brillante que iluminaba todo el sistema solar. - ¡Hola, Sol! - saludó Estela emocionada.

- ¡Hola, Estela! ¿Qué te trae por aquí? - respondió el Sol amablemente. - Quiero conocer todos los planetas del sistema solar. ¿Me puedes ayudar? El Sol sonrió y le explicó a Estela cómo encontrar cada planeta.

Le dijo que Mercurio era el más cercano al Sol y Venus estaba justo después de él. Luego venían la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estela siguió las indicaciones del Sol y visitó cada uno de los planetas.

En Mercurio hizo un rápido saludo porque era muy caliente allí. En Venus admiró sus hermosas nubes brillantes. Cuando llegó a la Tierra se encontró con muchos seres vivos: árboles, animales y personas felices jugando en parques.

- ¡Qué lugar tan maravilloso es la Tierra! - exclamó Estela asombrada. Después de despedirse de la Tierra, continuó su viaje hacia Marte. Allí vio montañas rojas y curiosos robots exploradores recorriendo la superficie marciana.

En Júpiter, Estela quedó impresionada por su gran tamaño y sus hermosas bandas de colores. En Saturno, se maravilló con sus increíbles anillos brillantes. Cuando llegó a Urano y Neptuno, notó que eran planetas muy fríos.

Sin embargo, eso no impidió que disfrutara de la belleza de estos lugares tan lejanos. Después de explorar todos los planetas del sistema solar, Estela decidió regresar al espacio donde vivía. Se despidió del Sol y comenzó su viaje de regreso.

Mientras volaba a través del espacio, Estela pensaba en todas las cosas asombrosas que había visto. Se dio cuenta de lo grande y diverso que era el universo y sintió una gran emoción por compartir sus experiencias con otros.

Cuando finalmente llegó a casa, Estela se reunió con otras estrellas y les contó todo sobre su increíble aventura por el sistema solar. Las estrellas escucharon fascinadas mientras ella describía cada planeta y sus peculiaridades.

Desde ese día en adelante, Estela siguió explorando el espacio junto a sus amigos estelares. Siempre recordaban la importancia de ser curiosos y descubrir cosas nuevas para aprender más sobre el vasto universo en el que vivían.

Y así termina esta historia sobre la pequeña estrella llamada Estela, quien nos enseñó la importancia de explorar e inspirarnos en las maravillas del mundo que nos rodea.

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