Estela y la Luz Interior



Había una vez en un pequeño pueblo argentino, una joven llamada Estela, que adoraba los cuentos de hadas. Pasaba horas leyendo sobre castillos lejanos, príncipes y princesas que vivían felices para siempre. Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Estela descubrió un portal brilloso escondido entre los árboles. Era un portal de fantasía, lleno de colores y luces brillantes.

"¿Dónde llevará esto?" - se preguntó Estela, intrigada.

Sin dudarlo, hizo un paso hacia adelante y cruzó el umbral. Al otro lado, se encontró en un mundo mágico, donde los animales hablaban y las flores cantaban melodías suaves. Allí, conoció a un pequeño duende llamado Brilo.

"¡Hola, Estela! Te estaba esperando!" - dijo Brilo con una sonrisa.

"¿Esperándome? ¿Por qué?" - preguntó Estela, asombrada.

"Porque eres especial y tienes una luz en tu corazón que puede unir este mundo con otros. Pero hay un portal oscuro al que debes tener cuidado. Es un lugar donde los miedos se hacen reales y la luz se apaga."

Estela sintió un escalofrío. Recordó las historias sobre la oscuridad y cómo podía devorar la alegría. A pesar de su deseo de explorar, el temor comenzó a arrastrarla hacia el portal oscuro. Sin darse cuenta, cada día que pasaba, su brillo se desvanecía un poco más.

Un día, mientras caminaba por el bosque encantado, se encontró con el portal oscuro. Era un lugar sombrío, cubierto de sombras. Al acercarse, se sintió tentada a entrar, sumida en sus miedos y dudas. De repente, una risa conocida estalló a su alrededor. Era Brilo.

"¡Estela, no! No dejes que tus miedos te controlen. Ya has visto lo que hay al otro lado de este portal. Recuerda la luz que llevas dentro."

Estela se detuvo. Las palabras de Brilo resonaron en su corazón. Recordó todos los momentos de felicidad y la magia de su aventura. Tomando una profunda respiración, se dio la vuelta y miró hacia el mundo mágico de colores.

"Pero, ¿qué hago si me siento así?" - preguntó, frustrada.

"Te enfrentarás a tus miedos y los convertirás en luz. Cada vez que te sientas insegura, busca dentro de ti. Déjalos salir y dales un nuevo propósito."

Con la ayuda de su amigo Brilo, Estela comenzó a enfrentar sus miedos. Cada pequeño paso que daba iluminaba la oscuridad a su alrededor. Creó un hermoso cuento donde los miedos se convertían en valientes héroes.

"¿Sabés qué? Ser valiente no significa no tener miedo; significa enfrentarlo con amor y creatividad." - explicó Estela, haciendo reír a Brilo.

Poco a poco, la luz interior de Estela comenzó a brillar con fuerza. Decidió crear un espectáculo en el bosque donde todos los seres mágicos pudieran participar. Animales, plantas y criaturas del bosque unieron sus talentos, compartiendo risas y amor. La fantasía se mezcló con la realidad, y su brillo se restauró por completo.

El día del espectáculo llegó y Estela, iluminada por su propia luz, se enfrentó con valentía al portal oscuro, mostrando a todos los que la rodeaban que el miedo podía ser transformado en un hermoso relato de superación.

"¡Esto es para todos mis miedos!" - gritó Estela mientras danzaba, convirtiendo las sombras en luces.

Así, Estela aprendió que los miedos y la luz pueden coexistir. La oscuridad no era un enemigo, sino un desafío que podía entenderse y transformarse. Con su amistad y creatividad, unió ambos mundos, mostrando que la verdadera magia reside en nuestro interior.

Desde ese día, Estela y Brilo continuaron viviendo aventuras juntos, recordando siempre que cada uno tiene una luz especial que puede brillar incluso en los momentos más oscuros. Y así, el bosque nunca volvió a ser el mismo, lleno de risas, colores y, sobre todo, luz.

Fin.

FIN.

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