Estiven y la casa embrujada
Estiven era un niño muy curioso y valiente que siempre estaba en busca de emocionantes aventuras. Un día, mientras paseaba por su barrio, escuchó a sus amigos hablando sobre la casa embrujada que se encontraba al final de la calle.
- ¿Escucharon lo que dicen de esa casa? ¡Dicen que está llena de monstruos y fantasmas! - exclamó Facu, uno de sus amigos.
Estiven, emocionado por la idea de explorar un lugar tan misterioso, les propuso a sus amigos que fueran juntos a la casa embrujada. Después de planearlo durante toda la tarde, finalmente se adentraron en la oscura y tenebrosa casa.
A medida que exploraban las habitaciones, escuchaban extraños ruidos y veían sombras que los asustaban. Sin embargo, Estiven y sus amigos se apoyaban mutuamente, recordándose que juntos eran valientes y que no debían dejarse llevar por el miedo.
De repente, se encontraron con un pasillo oscuro que los condujo a una habitación llena de antiguos juguetes. Allí, descubrieron que la casa embrujada no era más que un lugar abandonado y descuidado, lejos de ser habitado por monstruos. Entonces, comprendieron que el miedo muchas veces es solo producto de la imaginación.
Con valentía, decidieron limpiar y arreglar la casa, convirtiéndola en su propio rincón de juegos y aventuras. Estiven y sus amigos aprendieron que el valor y la amistad son fundamentales para superar cualquier desafío, por más aterrador que parezca.
Desde ese día, la casa embrujada se convirtió en el lugar favorito de los niños del barrio, donde vivieron las más emocionantes y divertidas aventuras.
FIN.