Estrella, la estrellita valiente



Había una vez una pequeña estrella llamada Estrella, que vivía en el cielo junto a sus amigas las nubes.

Todos los días, Estrella observaba cómo los niños jugaban y se divertían en la playa, especialmente cuando nadaban en el mar. Pero Estrella siempre había soñado con experimentar la sensación de nadar por sí misma. Un día, mientras observaba a los niños jugar en la playa, decidió que era hora de hacer realidad su sueño.

Se acercó a sus amigas las nubes y les contó sobre su deseo de nadar. Las nubes sonrieron y le dijeron: "Estrellita, si realmente quieres nadar, tienes que creer en ti misma y nunca rendirte".

Animada por las palabras de aliento de sus amigas las nubes, Estrella comenzó su aventura hacia el mar. Volando alto entre el cielo nocturno, llegó finalmente a la playa donde los niños estaban divirtiéndose.

Al llegar a la costa, Estrella vio un grupo de delfines jugando en las olas. Uno de ellos se acercó y saludó a Estrella con entusiasmo. El delfín le dijo: "¡Hola Estrella! ¡Bienvenida al océano! ¿Qué te trae aquí?".

Estrella respondió emocionada: "¡Hola delfín! Siempre he querido nadar como tú y los niños lo hacen". El delfín sonrió y dijo: "Nadar es algo mágico e increíblemente divertido. Pero para hacerlo necesitas tener confianza en ti misma". Con esa nueva motivación, Estrella se sumergió valientemente en el agua.

Sin embargo, al darse cuenta de que no tenía aletas ni cola para nadar como los delfines, se sintió desanimada y pensó en rendirse.

En ese momento, una tortuga marina amable se acercó a Estrella y le dijo: "No te desanimes, Estrella. Todos somos diferentes y cada uno tiene sus propias habilidades especiales. Tal vez no puedas nadar como los delfines, pero estoy segura de que tienes otras cualidades únicas".

Estrella reflexionó sobre las palabras de la tortuga marina y decidió seguir intentándolo. Nadando con todas sus fuerzas, Estrella comenzó a moverse por el agua con gracia y elegancia.

Aunque no podía nadar tan rápido como un delfín o una tortuga marina, encontró su propio estilo único. Los niños en la playa notaron a Estrella nadando y quedaron impresionados por su valentía y determinación. Se acercaron al agua para animarla. Uno de los niños exclamó: "¡Mira mamá! ¡La estrella está nadando!".

Los demás niños se unieron al coro de alegría: "¡Vamos Estrella! ¡Tú puedes hacerlo!". Con el apoyo de los niños, Estrella se llenó de confianza y siguió nadando con entusiasmo.

Descubrió que aunque era pequeña e inusual, tenía el poder de inspirar a otros simplemente siendo ella misma.

Desde ese día en adelante, cada vez que alguien veía una estrella en el cielo por la noche, recordaba la historia valiente y motivadora de cómo Estrella superó sus miedos para convertirse en una estrella nadadora. Y así, Estrella demostró que todos tenemos habilidades únicas y especiales, y que con confianza y determinación podemos lograr cualquier sueño que nos propongamos.

FIN.

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