Estrella y Maxi construyen amistad
Había una vez en un hermoso bosque de Argentina, una cigüeña llamada Estrella. Estrella era muy responsable y siempre se preocupaba por tener todo listo para la llegada de sus poyuelos.
Todos los días salía a recolectar palitos y ramitas para construir su nido. Mientras tanto, en el mismo bosque vivía un águila llamada Maxi. Maxi era un poco más despreocupado y disfrutaba volando libremente por el cielo.
No le importaba mucho construir su nido, ya que prefería pasar su tiempo cazando y divirtiéndose. El tiempo pasó rápidamente y llegó la época en la que las dos aves esperaban ansiosas la llegada de sus hijos.
Estrella tenía su nido perfectamente terminado, con todos los palitos bien colocados y acolchadito para recibir a sus pequeños. Pero Maxi no había hecho nada por prepararse. Un día soleado, mientras Estrella descansaba plácidamente en su nido, escuchó a Maxi revoloteando cerca.
Curiosa, lo invitó a visitarla: "¡Hola Maxi! ¿Qué tal estás?". -Maxi respondió algo avergonzado: "Hola Estrella... estoy un poco preocupado porque no he construido mi nido aún". Estrella miró a Maxi con cariño y le dijo: "No te preocupes, Maxi.
Aún tienes tiempo para hacerlo". Maxi asintió con la cabeza pero estaba inseguro de cómo empezar. Entonces, Estrella tuvo una idea brillante: "¿Por qué no trabajamos juntos? Te ayudaré a encontrar palitos y construir tu nido".
Maxi sonrió emocionado y aceptó la ayuda de Estrella. Juntos, salieron en busca de palitos por todo el bosque. Estrella le enseñó a Maxi cómo elegir los palitos más fuertes y cómo colocarlos correctamente para hacer un nido seguro.
Los días pasaron volando mientras trabajaban juntos. Poco a poco, el nido de Maxi fue tomando forma. Estrella lo alentaba constantemente y le recordaba lo importante que era tener un hogar seguro para sus poyuelos. Finalmente, llegó el día esperado.
Ambas aves tenían sus huevos listos para eclosionar. Estrella estaba feliz porque había logrado ayudar a su amigo Maxi a tener su propio nido.
Un día soleado, los huevos de ambas aves comenzaron a romperse y los pequeños poyuelos asomaron sus cabezas curiosamente. En el nido de Estrella había tres hermosos polluelos blancos, mientras que en el nido de Maxi había dos adorables polluelos marrones.
Estrella miró con orgullo su trabajo bien hecho y se alegró por la amistad que había surgido entre ella y Maxi gracias a su colaboración. Desde aquel día, Estrella y Maxi siguieron siendo grandes amigos. Aprendieron que trabajar juntos puede hacer las cosas más fáciles y divertidas.
Y así, cuidaron juntos de sus poyuelos hasta que estuvieron listos para volar por sí mismos. La historia de Estrella y Maxi nos enseña la importancia del trabajo en equipo, la responsabilidad y el valor del apoyo mutuo.
Al final, todos podemos lograr grandes cosas si nos ayudamos unos a otros.
FIN.