Estrellas de Amistad



Había una vez en un pequeño pueblo, dos amigas muy especiales llamadas Dayana y Evelin. Dayana era una niña de piel canela y cabello oscuro, siempre llena de energía y con una sonrisa radiante.

Por otro lado, Evelin era una niña de piel clara y cabello rubio, tranquila y soñadora. Un día, cuando se acercaba el cumpleaños de Evelin, Dayana decidió prepararle una sorpresa muy especial.

Le escribió una carta invitándola a ver las estrellas en la colina del pueblo durante la noche de su cumpleaños. En la carta le decía:"- Querida Evelin, te invito a pasar una noche mágica bajo las estrellas para celebrar tu cumpleaños.

Nos encontraremos en la colina a las 8 de la noche. ¡No te lo puedes perder! Con cariño, Dayana. "Evelin recibió la carta con emoción y no podía esperar a que llegara el día de su cumpleaños para reunirse con su amiga.

El día tan esperado llegó finalmente. Evelin se reunió con Dayana en la colina al atardecer. El cielo estaba despejado y lleno de estrellas brillantes que iluminaban la noche como diamantes en el cielo.

Dayana sacó un mantel del bolso y lo extendió en el suelo mientras decía: "- Feliz cumpleaños, querida Evelin. Hoy es tu día especial. " Evelin se emocionó al ver toda la dedicación que Dayana había puesto en esa sorpresa tan maravillosa.

Juntas pasaron horas mirando las estrellas, identificando constelaciones y contándose historias sobre el origen de cada una. Se rieron, se abrazaron y disfrutaron cada momento juntas. De repente, vieron una estrella fugaz cruzar el cielo nocturno.

Las dos cerraron los ojos rápidamente y pidieron un deseo en silencio. Al abrir los ojos, Evelin miró a Dayana con gratitud y le dijo: "- Gracias por esta hermosa sorpresa, amiga. Nunca olvidaré esta noche mágica bajo las estrellas.

"Dayana sonrió feliz al ver la alegría en los ojos de su amiga y respondió: "- No hay nada que me haga más feliz que verte feliz en tu cumpleaños. "Así terminó esa noche inolvidable entre risas, abrazos y sueños compartidos bajo el manto estrellado del cielo.

Desde ese día, Dayana y Evelin siguieron siendo inseparables, recordando siempre aquella noche mágica como un tesoro especial en su corazón.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!