Estrellas en los ojos de Tomás
Había una vez un pequeño niño llamado Tomás que tenía una gran pasión por el cielo y las estrellas.
Todas las noches, se acostaba en su cama y miraba por la ventana para ver el brillo de las estrellas en el cielo oscuro. Un día, mientras estaba jugando afuera con sus amigos, vio a un hombre mayor mirando hacia arriba con un telescopio. Se acercó a él y le preguntó qué estaba haciendo.
El hombre le explicó que estaba observando las estrellas y los planetas a través del telescopio. Tomás quedó maravillado al escuchar esto e inmediatamente comenzó a hacerle muchas preguntas al hombre sobre el universo. "¿Puedes ver la luna?", preguntó Tomás.
"Sí, por supuesto", respondió el hombre. "¿Y puedes ver otros planetas como Marte o Júpiter?""¡Sí! ¡Esos son algunos de mis favoritos!"Tomás estaba tan emocionado que decidió ahorrar todo su dinero para comprar su propio telescopio.
Después de varios meses de trabajo duro, finalmente pudo comprar uno. Cada noche, después de hacer sus deberes escolares, iba afuera con su telescopio y observaba el cielo nocturno.
Descubrió cosas nuevas cada noche: constelaciones desconocidas antes para él, nebulosas brillantes y muchos otros objetos celestes interesantes. Una noche particularmente clara, mientras miraba a través del telescopio, algo extraño sucedió: ¡vio una nave espacial volando en el cielo! No podía creer lo que veían sus ojos.
Corrió a su casa para contarle a sus padres, pero no le creyeron. "Eso es imposible, Tomás", dijo su papá. "No hay naves espaciales en nuestro cielo", agregó su mamá. Pero Tomás estaba seguro de lo que había visto.
Decidió investigar más sobre el tema y descubrió que existían muchas misiones espaciales en marcha y que algunas eran visibles desde la Tierra. Tomás siguió mirando al cielo todas las noches con su telescopio y aprendiendo todo lo que podía sobre el universo.
Un día, recibió una carta especial del Instituto Nacional de Astronomía invitándolo a visitar un observatorio cercano para conocer a algunos astrónomos profesionales. Tomás estaba más emocionado que nunca. Finalmente tendría la oportunidad de hablar con expertos sobre los secretos del universo.
Durante la visita al observatorio, tuvo la oportunidad de ver estrellas y planetas a través de telescopios gigantes y hacer preguntas a los expertos allí presentes.
Después de esta experiencia única en la vida, Tomás se dio cuenta de que su sueño era estudiar astronomía algún día. Trabajó duro en sus estudios escolares y finalmente logró ingresar a una prestigiosa universidad donde estudió astronomía durante muchos años.
Hoy en día, Tomás es uno de los astrónomos más reconocidos del mundo e incluso ha descubierto nuevos planetas fuera del sistema solar. Su amor por el cielo nocturno nunca ha disminuido y sigue inspirando a jóvenes como él para seguir persiguiendo sus sueños.
FIN.