Estrellas Unique Colors



Había una vez un ratón llamado Lucas que vivía en un pequeño agujero en el jardín de una casa. Un día, mientras exploraba su entorno, se encontró con una esponja de mar llamada Estrella.

Lucas quedó fascinado por la hermosura y las cualidades especiales de Estrella. La esponja era suave, flexible y podía absorber mucha agua. Además, tenía diferentes colores y texturas que la hacían única.

Desde aquel encuentro, Lucas visitaba a Estrella todos los días para admirarla y aprender más sobre ella. Pasaban horas charlando juntos sobre sus vidas y compartiendo experiencias. Un día, Lucas notó que Estrella estaba triste. Tenía manchas oscuras en su superficie y parecía desanimada.

Lucas le preguntó qué le pasaba y ella respondió con voz apagada: "Me siento fea porque no puedo cambiar mi aspecto como tú lo haces".

Lucas se sorprendió al escuchar esto e inmediatamente trató de consolar a su amiga: "Estrella, eres hermosa tal como eres. Tus colores y texturas te hacen única e increíblemente especial". Pero Estrella seguía sintiéndose triste e incomprendida.

Entonces, Lucas tuvo una idea brillante: decidió organizar un concurso de talentos en el jardín para mostrarle a Estrella cuán valiosa era. Lucas invitó a todos los animales del vecindario a participar en el concurso. Habría bailes, acrobacias, música...

¡de todo! El objetivo era demostrar que cada uno tenía algo especial que ofrecer al mundo, al igual que Estrella. El día del concurso llegó y el jardín estaba lleno de emoción y alegría. Cada participante mostraba su talento único y sorprendente.

Había ardillas que trepaban árboles con agilidad, pájaros que cantaban melodías hermosas, e incluso una rana que hacía malabares con insectos. Cuando llegó el turno de Estrella, todos quedaron asombrados. Ella comenzó a cambiar de color y forma, creando un espectáculo de luces deslumbrantes en el jardín. Era un verdadero espectáculo visual.

Al final del concurso, Lucas se acercó a Estrella con una sonrisa en su rostro: "¿Ves? Tú también tienes un talento especial. Puedes transformarte en algo hermoso y único". Estrella se emocionó al darse cuenta de lo valiosa que era.

Desde ese día, nunca más volvió a sentirse triste por su apariencia. Aprendió a amarse tal como era y a valorar sus propias cualidades únicas.

Lucas continuó visitando a Estrella todos los días para seguir aprendiendo sobre las maravillosas características de la esponja de mar. Juntos demostraron que la verdadera belleza está en aceptarnos y amarnos tal como somos.

Y así fue como Lucas y Estrella se convirtieron en grandes amigos inseparables, enseñándonos a todos la importancia de valorar nuestras propias cualidades e identidad única.

FIN.

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