Estrellita y el Astrónomo Soñador



Había una vez un niño llamado Tomás, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas.

Todas las noches, mientras todos dormían, Tomás se despertaba y salía sigilosamente de su casa para ir a un prado cercano a observar las estrellas. Una noche, mientras miraba el cielo lleno de estrellas brillantes, una estrella fugaz pasó volando frente a sus ojos.

Tomás cerró los ojos con fuerza y pidió un deseo: "Quisiera poder aprender más sobre las estrellas y el universo". De repente, la estrella fugaz se detuvo en el aire y comenzó a brillar intensamente. Cuando la luz disminuyó, Tomás vio ante él a una simpática criatura extraterrestre llamada Estrellita.

"¡Hola! Soy Estrellita, una experta en astronomía del planeta Starlandia", dijo la criatura con entusiasmo. Tomás quedó asombrado por su aspecto: tenía forma de estrella con ojos grandes y brillantes. "¿Realmente eres del espacio?", preguntó emocionado el niño. "Sí, lo soy", respondió Estrellita.

"He venido aquí para enseñarte todo lo que sé sobre las estrellas y los planetas". A partir de ese día, todas las noches Estrellita visitaba a Tomás para enseñarle acerca del cosmos.

Le mostraba constelaciones como Orión y la Osa Mayor e incluso le contaba historias sobre mitos griegos relacionados con las estrellas. El tiempo pasaba volando mientras aprendían juntos sobre los misterios del universo. Pero un día, Estrellita le dijo a Tomás que debía regresar a Starlandia.

"¡No te vayas, Estrellita! ¡Aún tengo tantas preguntas y cosas por aprender!", exclamó Tomás con tristeza. "No te preocupes, Tomás. Te dejaré algo muy especial para que nunca olvides nuestras enseñanzas", dijo Estrellita mientras le entregaba un pequeño telescopio mágico.

Con el corazón lleno de gratitud, Tomás despidió a su amiga extraterrestre. Aunque ya no podía verla todas las noches, podía usar el telescopio para seguir explorando el cielo estrellado.

Tomás se convirtió en el astrónomo más joven del pueblo y compartía sus conocimientos con sus amigos y familiares. Organizaba observaciones nocturnas en el prado para que todos pudieran maravillarse con la belleza del universo.

Un día, cuando Tomás estaba mirando a través de su telescopio mágico, descubrió una nueva estrella en el cielo. La llamó "Estrella Estrellita" en honor a su amiga alienígena. La noticia se corrió rápidamente y la gente comenzó a visitar el prado para ver la nueva estrella.

Todos quedaron impresionados por la historia detrás de ella y cómo Tomás había aprendido tanto sobre las estrellas gracias a su amistad con Estrellita.

Desde ese momento, cada vez que alguien veía la "Estrella Estrellita", recordaban la importancia de perseguir sus sueños y nunca dejar de aprender sobre el mundo que los rodea.

Y así, gracias al niño que se despertaba de noche un ratito a ver las estrellas, el pueblo entero se llenó de curiosidad y amor por la astronomía, convirtiéndose en un lugar donde todos podían soñar con alcanzar las estrellas.

FIN.

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