Exploradores del Bosque Encantado

Había una vez en un bosque encantado, cuatro amigos muy curiosos: Tito el ratoncito, Lila la ardillita, Pancho el conejito y Lola la osita.

Ellos vivían en distintos tipos de casas y siempre se reunían para jugar y compartir sus aventuras. Un día, mientras exploraban el bosque, se encontraron con una choza hecha de ramas y hojas. Era pequeña pero acogedora, con un techo inclinado y ventanas redondas.

Tito la miró emocionado y dijo: "¡Qué linda choza! Deberíamos pasar la noche aquí". "Sí", asintió Lila, "sería divertido tener una pijamada en medio del bosque". Mientras jugaban dentro de la choza, escucharon risas a lo lejos.

Curiosos, salieron corriendo y descubrieron una carpa colorida rodeada de luces brillantes. Pancho saltó de alegría y exclamó: "¡Una carpa de circo! ¡Vamos a ver qué hay adentro!". Entraron emocionados y se encontraron con malabares, payasos risueños y hasta un elefante bailarín.

Lola sonrió maravillada y dijo: "¡Esto es increíble! Nunca imaginé que las carpas fueran tan divertidas". De repente, una lluvia torrencial los obligó a buscar refugio nuevamente. Esta vez encontraron un edificio alto con muchas ventanas: un departamento moderno.

Subieron por el ascensor hasta llegar al piso más alto donde tenían una vista impresionante del bosque bajo la lluvia. Tito miró boquiabierto por la ventana y expresó: "¡Qué genial es vivir en un lugar tan alto!".

"Sí", agregó Lila, "es como estar en las nubes". Después de la lluvia, salieron del departamento y llegaron a una hermosa casa de campo con jardín amplio y columpios en el patio trasero. Se acercaron lentamente admirando su belleza rústica.

Lola suspiró felizmente y dijo: "Esta casa me hace sentir como en casa". Los cuatro amigos asintieron felices sabiendo que habían encontrado su lugar ideal para vivir juntos.

Desde ese día, Tito el ratoncito, Lila la ardillita, Pancho el conejito y Lola la osita compartieron cada momento especial en su nueva casa de campo.

Aprendieron que no importaba si vivían en una choza humilde o un lujoso departamento; lo importante era estar juntos y disfrutar cada aventura que les esperaba. Y así fue como estos cuatro amigos demostraron que lo más importante no es dónde vives sino con quién compartes tu hogar lleno de amor y amistad. Fin