Exploradores del Cosmos



Los tres amigos eran muy curiosos y soñaban con explorar el espacio, pero no sabían por dónde empezar. Un día, mientras paseaban por el parque, se encontraron con un hombre muy extraño.

Tenía una barba larga y blanca, y llevaba un sombrero de copa. Se acercó a ellos con una sonrisa en su rostro y les preguntó:- ¿Qué están haciendo aquí? Los tres amigos se miraron entre sí sin saber qué responder.

El hombre les explicó que él era un mago especializado en viajes interplanetarios. - Si quieren viajar a Marte -dijo-, yo puedo ayudarlos. Jose, Juana y Lucia estaban emocionados ante la idea de conocer a alguien que pudiera ayudarlos a cumplir su sueño.

El mago los llevó a su casa, donde tenían preparada una nave espacial lista para despegar.

- Pero antes -advirtió el mago-, deben superar tres pruebas para demostrar que son lo suficientemente valientes y astutos como para emprender este viaje. La primera prueba consistía en encontrar las llaves de la nave espacial. El mago había escondido las llaves en algún lugar de la casa, y los niños debían buscarlas sin usar ningún tipo de herramienta o ayuda externa.

Después de mucho buscar, Juana descubrió las llaves detrás del cuadro del gato negro. Todos aplaudieron cuando ella abrió la puerta de la nave espacial.

La segunda prueba era más complicada: debían programar el sistema de navegación para llegar a Marte. Jose era experto en informática e intentó hacerlo solo, pero pronto se dio cuenta de que necesitaba la ayuda de sus amigos. - ¿Qué hacemos ahora? -preguntó Lucia, preocupada. - Tenemos que trabajar juntos -respondió Juana-.

Cada uno tiene una habilidad única que podemos aprovechar para resolver este problema. Así fue como, trabajando en equipo y combinando sus talentos, lograron programar el sistema de navegación y despegar hacia Marte.

La tercera prueba fue la más peligrosa: debían sortear un cinturón de asteroides para llegar a Marte. La nave espacial se sacudía violentamente mientras los niños intentaban maniobrarla entre los obstáculos. - ¡No podemos hacerlo! -gritó Jose, asustado. Pero Juana no se rindió.

Recordó las palabras del mago sobre ser valientes y astutos, y decidió confiar en su intuición. Con movimientos precisos y rápidos, logró esquivar cada uno de los asteroides hasta llegar a Marte sana y salva.

Al llegar a Marte, los tres amigos saltaron emocionados por la superficie rocosa del planeta. Habían superado todas las pruebas gracias al trabajo en equipo y la confianza en sí mismos.

Y lo mejor de todo era que habían cumplido su sueño de viajar al espacio exterior gracias a su valentía y astucia.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!