Explorando el campo juntos

Un día, Javi estaba preparando su bicicleta para salir al campo cuando vio a Juan sentado en la puerta de su casa. "Hola Juan, ¿cómo estás?" preguntó Javi. "Estoy bien, gracias" respondió Juan.

"¿Te gustaría venir conmigo al campo hoy? Podría llevarte en mi bicicleta", ofreció Javi. Juan se emocionó al escuchar la propuesta y aceptó inmediatamente.

¡No podía creer que finalmente tendría la oportunidad de explorar el campo con su amigo! Javi le puso un casco a Juan y lo ayudó a subir a la bicicleta. Ambos se dirigieron hacia el camino del campo, disfrutando del sol y del aire fresco mientras iban pedaleando juntos.

De repente, se toparon con una colina empinada que parecía imposible de subir. Pero Javi no se rindió. Le dijo a Juan que cerrara los ojos e imaginara estar volando por encima de la colina.

"¡Uno, dos tres! ¡Vamos!" gritó Javi mientras empezaba a pedalear más rápido. Con mucho esfuerzo lograron llegar hasta arriba de la colina y ambos niños celebraron juntos el logro conseguido. Mientras seguían explorando el campo, encontraron un río cristalino donde decidieron detenerse para refrescarse y descansar un poco.

Fue entonces cuando notaron algo extraño flotando en el agua: era un pequeño pez atrapado entre las rocas. Juan rápidamente sugirió ayudarlo antes de continuar con su excursión.

Javi estuvo de acuerdo y ambos trabajaron juntos para liberar al pececito. Después de haber ayudado al pequeño pez, Javi y Juan volvieron a montar en la bicicleta. A lo lejos, pudieron ver una cueva oscura que parecía interesante explorar.

"¿Te animás a entrar conmigo?" preguntó Javi. "¡Claro que sí!" respondió Juan emocionado. Javi encendió su linterna y ambos niños entraron en la cueva. Mientras caminaban por el interior oscuro, se escuchó un ruido extraño detrás de ellos.

Asustados, los niños se dieron vuelta pero no había nada allí. "Creo que es hora de volver" dijo Javi temblando un poco. De regreso a casa, Juan estaba muy feliz por haber salido con Javi en bicicleta y conocer lugares nuevos.

Se dio cuenta de que aunque él no podía andar como los demás chicos, todavía podía disfrutar del campo gracias a la amistad y apoyo de su amigo Javi.

Desde ese día, los dos amigos siguieron explorando juntos el campo cada vez que tenían oportunidad. Y siempre recordaban aquella aventura donde superaron una colina empinada, rescataron un pequeño pez y exploraron una misteriosa cueva oscura juntos.