Explorando el Universo


Había una vez en una pequeña escuela de educación infantil llamada "El Jardín de las Mariposas", un grupo de niños muy curiosos y entusiastas.

Ellos eran Lucas, Martina, Sofía y Benjamín, quienes siempre estaban ansiosos por aprender cosas nuevas y descubrir el mundo que los rodeaba. Un día soleado, mientras jugaban en el patio del colegio, vieron a lo lejos a su maestra, la señorita Laura, leyendo un libro bajo un árbol.

Corrieron hacia ella emocionados para preguntarle qué estaba leyendo. "¡Señorita Laura! ¿Qué está leyendo?" -preguntó Lucas con intriga. La señorita Laura sonrió y les mostró el libro. Era sobre los animales salvajes de la selva.

Los ojitos de los niños se iluminaron al instante. "¿Podemos ir a la selva para conocer a esos animales?", exclamó Martina emocionada. La señorita Laura pensó por un momento y luego respondió:"Bueno chicos, no podemos ir a la selva real porque está muy lejos...

Pero puedo llevarlos al zoológico donde podrán ver algunos animales salvajes". Los niños se alegraron tanto que saltaron de emoción. Al día siguiente, todos juntos tomaron el autobús escolar rumbo al zoológico.

Cuando llegaron allí, corrieron hacia las jaulas llenas de diferentes especies: tigres majestuosos, elefantes enormes y monos traviesos. Estaban fascinados con todo lo que veían y querían saber más sobre cada animal.

"Señorita Laura, ¿por qué los tigres tienen rayas en su pelaje?" -preguntó Sofía, señalando a un tigre blanco con hermosas marcas. La señorita Laura sonrió y les explicó que las rayas del tigre le ayudaban a camuflarse en la selva y ser menos visible para sus presas.

Los niños quedaron asombrados por esta adaptación tan interesante. Mientras continuaban su recorrido por el zoológico, Benjamín notó a un elefante jugando con una gran pelota de fútbol.

Se acercaron al cuidador y preguntaron:"¿Por qué juega al fútbol ese elefante?"El cuidador les contó que el elefante disfrutaba jugar con la pelota porque era una forma divertida de ejercitarse y mantenerse activo. Los niños se rieron al ver cómo el elefante pateaba la pelota con su trompa gigante.

Después de pasar todo el día aprendiendo sobre animales salvajes, los pequeños regresaron al colegio. Pero su sed de conocimiento no se había saciado todavía.

Decidieron comenzar un proyecto llamado "El mundo a nuestro alcance", donde cada semana investigarían sobre diferentes temas relacionados con lo que habían aprendido en el zoológico. Investigaron sobre la biodiversidad, los océanos, las estaciones del año y muchas cosas más.

Un día, mientras buscaban información sobre las estrellas, encontraron algo emocionante: ¡un observatorio astronómico! Rápidamente le pidieron permiso a la señorita Laura para visitarlo. Ella aceptó encantada y pronto estaban en camino hacia el observatorio. Allí, un amable astrónomo les explicó sobre las diferentes constelaciones y cómo los planetas se movían en el espacio.

Los niños quedaron maravillados al ver a través de los telescopios las estrellas brillantes y la luna llena. Después de esa visita, los niños se dieron cuenta de que no había límites para su curiosidad y ganas de aprender.

Aprendieron que el mundo es un lugar lleno de maravillas por descubrir, tanto cerca como lejos.

Y así, Lucas, Martina, Sofía y Benjamín continuaron su aventura educativa cada día en "El Jardín de las Mariposas", donde su amor por el conocimiento nunca dejó de crecer.

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