Expresando con valentía


Había una vez un chico llamado Santi, quien era muy alegre y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Un día, Santi conoció a una niña llamada Sofía.

Desde el primer momento en que se vieron, sintieron una conexión especial. Sofía también sentía algo por Santi, pero tenía miedo de expresar sus sentimientos. Tenía miedo de ser rechazada o de arruinar su amistad. Por eso decidió guardar sus emociones en secreto.

Los días pasaban y Santi notaba que Sofía parecía distante y triste. No entendía qué le estaba pasando a su amiga y quería ayudarla de alguna manera.

Un día, durante la clase de arte, el profesor les pidió que pintaran algo que representara lo más importante para ellos. Santi decidió pintar un corazón enorme rodeado de flores coloridas. Mientras tanto, Sofía dibujaba un camino lleno de obstáculos y oscuridad. Al terminar la clase, ambos mostraron sus dibujos al profesor.

Al ver el dibujo de Sofía, el profesor se acercó a ella y le preguntó: "Sofía, ¿por qué pintaste ese camino tan difícil?"Sofía bajó la mirada y dijo tímidamente: "Es porque tengo miedo".

El profesor le sonrió cálidamente y le respondió: "El miedo puede ser paralizante, pero también puede ser superado". Esa noche, mientras pensaba en las palabras del profesor, Sofía decidió enfrentar su miedo.

Sabiendo que no podía ocultarlo por más tiempo, escribió una carta para Santi expresando sus sentimientos. Al día siguiente, Sofía buscó a Santi en el patio de la escuela. Lo encontró jugando con sus amigos y se acercó tímidamente. "Santi, tengo algo que decirte", dijo nerviosa.

Santi se detuvo y miró a Sofía con curiosidad. "¿Qué pasa, Sofi?", preguntó él. Con las manos temblorosas, Sofía le entregó la carta. Santi la tomó y comenzó a leerla lentamente. Mientras lo hacía, su rostro se iluminaba cada vez más.

Cuando terminó de leer la carta, Santi miró a Sofía con una gran sonrisa y exclamó: "¡Wow! No sabes cuánto tiempo he esperado escuchar esto". Sofía sintió un alivio inmenso al ver la reacción positiva de Santi.

A partir de ese momento, los dos comenzaron a pasar mucho tiempo juntos como pareja. Pero no todo fue tan fácil como parecía. Pronto descubrieron que tenían diferentes intereses y pasatiempos.

A veces discutían por cosas insignificantes y eso les causaba tristeza. Fue entonces cuando recordaron los mensajes del profesor sobre superar obstáculos juntos. Decidieron hablar abiertamente sobre sus diferencias y buscar soluciones creativas para disfrutar de su relación sin dejar de ser ellos mismos.

A medida que enfrentaban esos desafíos juntos, su amor se fortalecía cada día más. Aprendieron que el miedo puede ser vencido si confías en ti mismo y te comunicas honestamente con aquellos que amas.

Y así, Santi y Sofía continuaron su camino, superando obstáculos y construyendo una relación basada en el respeto, la confianza y la valentía de expresar sus sentimientos. Aprendieron que el amor verdadero no tiene miedo, sino que se alimenta de la valentía de ser auténtico.

Y colorín colorado, esta historia de amor ha sido escrita con mucho cuidado.

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