Ezer y su amigo el gatito en la playa



Ezer, el perro blanco, y su amigo el gatito blanco estaban muy emocionados. Era un día soleado y decidieron ir juntos a la playa. Ezer movía su cola de un lado a otro, mientras el gatito maullaba de alegría.

Cuando llegaron a la playa, se quitaron las correas y corrían por la arena. -¡Qué divertido es esto, Ezer! -maulló el gatito mientras saltaba para tratar de atrapar las olas. -Sí, ¡es genial! -ladró Ezer, disfrutando cada instante.

De repente, el gatito vio una caracola brillante y correteó hacia ella. -¡Mira, Ezer, encontré un tesoro! -exclamó el gatito emocionado.

Ezer se acercó y le dijo: -Ese tesoro es hermoso, pero la verdadera riqueza está en nuestra amistad y en los momentos que compartimos juntos. El gatito asintió y guardó la caracola en un lugar especial. Pasaron todo el día jugando en la arena, corriendo tras las olas y construyendo castillos de arena.

Al final del día, se acurrucaron juntos para ver la puesta de sol. -Gracias por este hermoso día, Ezer -dijo el gatito con cariño. -Gracias a ti, amigo -respondió Ezer con una sonrisa.

Juntos, caminaron de regreso a casa, sabiendo que siempre tendrían la playa y su amistad para hacer que cada día sea especial.

FIN.

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