Families United


Había una vez una niña llamada Margarita que vivía con su mamá. Aunque no tenían un papá en casa, eran una familia muy feliz y se amaban mucho. Margarita y su mamá solían hacer muchas cosas juntas.

Los fines de semana, iban al parque a jugar, paseaban por el mercado comprando frutas y verduras frescas, e incluso cocinaban deliciosas comidas juntas.

Un día, mientras estaban en el parque jugando en los columpios, Margarita vio a un niño llamado Lucas que estaba solo. Se acercó a él y le preguntó:- Hola Lucas, ¿por qué estás solo aquí? Lucas miró triste hacia abajo y respondió:- Mi papá vive lejos y mi mamá trabaja todo el día.

No tengo a nadie con quien jugar. Margarita sintió mucha empatía por Lucas porque sabía cómo se sentía no tener a su papá cerca. Decidió invitarlo a jugar con ella y su mamá.

Desde ese día, Margarita, su mamá y Lucas se volvieron inseparables. Juntos exploraron nuevos lugares de la ciudad, como museos y zoológicos. También inventaron divertidos juegos de mesa para jugar en las tardes lluviosas. Un día, cuando estaban caminando por el vecindario, conocieron a Tomás.

Era un niño muy tímido que vivía con sus dos papás. Tomás les contó que tenía dos padres porque cada uno lo había adoptado cuando era bebé.

Margarita encontraba fascinante la historia de Tomás y le parecía genial tener dos papás. Decidió invitarlo a unirse a su grupo de amigos para que todos pudieran jugar juntos. A medida que pasaba el tiempo, Margarita se dio cuenta de algo maravilloso: las familias vienen en todas las formas y tamaños.

Algunas tienen mamá y papá, otras solo mamá o solo papá, e incluso algunas tienen dos mamás o dos papás. Pero lo importante era el amor y la felicidad que compartían.

Margarita decidió hacer un proyecto escolar sobre las diferentes familias que existen en el mundo. Investigó sobre diferentes culturas y descubrió que había muchas formas de ser familia. Cuando presentó su proyecto en la escuela, todos quedaron asombrados por la diversidad de familias que existían.

Margarita les explicó que no importa cómo sea tu familia, sino cómo te amas y cuidas unos a otros. Desde aquel día, Margarita se convirtió en una defensora de la diversidad familiar.

Comenzó a hacer charlas en su comunidad para enseñarles a los demás niños sobre la importancia del respeto hacia todas las familias.

Y así fue como Margarita, junto con su mamá, Lucas y Tomás, demostraron al mundo que no importa si tienes mamá y papá o si tienes dos mamás o dos papás. Lo más importante es tener amor y felicidad en tu corazón para compartir con quienes te rodean.

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