Fantasía y el Trono de los Dragones
En un reino lejano, lleno de magia y aventuras, vivía una joven llamada Fantasía. Era la reina de los dragones, una criatura majestuosa que podía volar por los cielos y resplandecer como el sol. Todo el reino la adoraba, pues tenía un corazón bondadoso y siempre ayudaba a aquellos que más lo necesitaban. Sin embargo, había un problema: una sombra oscura, llamada Negatividad, quería apoderarse del trono y desterrar a Fantasía eternamente.
Un día, mientras paseaba por el bosque con su dragón amigo, Rocío, Fantasía escuchó un susurro en el aire.
"¿Qué será ese sonido?" - preguntó Fantasía con curiosidad.
"No lo sé, pero suena preocupante. Debemos averiguar qué pasa" - respondió Rocío, inquieta.
Al acercarse a una colina, se encontraron con un grupo de criaturas del bosque que estaban llorando.
"¿Qué sucedió? ¿Por qué están tristes?" - inquirió Fantasía.
"Negatividad está asustando a todos. Quiere que todos en el reino se sientan mal y abandonen sus hogares" - explicó un pequeño conejito.
Fantasía sabía que debía actuar con rapidez. Decidida, se dirigió a los demás dragones, quienes estaban preocupados con la situación.
"¡Dragones! Juntos somos fuertes. Necesitamos unirnos y enfrentar a Negatividad. No dejaremos que oscurezca nuestro reino" - proclamó Fantasía.
Los dragones, al escuchar las palabras de su reina, asintieron y emprendieron el vuelo hacia la cueva de Negatividad. Al llegar, encontraron a una criatura triste, con sombras que la rodeaban.
"Negatividad, no somos tus enemigos. ¿Por qué quieres que todos se sientan mal?" - le preguntó Fantasía con amabilidad.
Negatividad levantó la mirada y, con una voz suave, respondió:
"Es que yo también me siento sola y triste, y no sé cómo cambiarlo".
Fantasía comprendió que detrás de la oscura apariencia de Negatividad había un corazón necesitado de amor y comprensión.
"Si deseas, podemos ayudarte a sentirte mejor. No necesitas reinar en la tristeza. Hay más alegría en compartir" - sugirió la reina.
Sorprendida, Negatividad comenzó a cambiar. A medida que las criaturas del bosque se acercaban, cantaban canciones de alegría, y la monstruo empezó a sonreír.
Los dragones, en lugar de pelear, le mostraron a Negatividad cómo jugar y divertirse. Poco a poco, la oscuridad que la rodeaba se desvanecía, y una hermosa luz la envolvió.
"Me siento diferente, ¡como si pudiera volar!" - exclamó Negatividad, ahora convertida en un radiante dragón dorado.
Fantasía y todos los dragones celebraron este cambio. Comprendieron que la bondad, la amistad y el amor pueden transformar a cualquiera. Desde ese día, Negatividad se unió al grupo y juntos formaron nuevas aventuras por el reino, compartiendo la felicidad y la esperanza.
De esa manera, Fantasía no solo recuperó su trono, sino que también enseñó a todos que cada corazón tiene su historia, y que con comprensión y amor, incluso la tristeza puede bríndar un nuevo comienzo.
Moraleja: Cada uno de nosotros puede ayudar a otros a encontrar la luz en sus corazones. La bondad y la amistad son fuerzas poderosas para enfrentar cualquier desafío.
FIN.