Farah y su Nobi+



En un pequeño pueblo lleno de colores y risas, vivía una niña llamada Farah. Era una niña curiosa, siempre dispuesta a explorar su entorno. Un día, mientras paseaba por el parque con su madre, encontraron un pequeño dispositivo brillante en el suelo.

- “¿Qué será esto, mami? ” - preguntó Farah, recogiendo el objeto con una gran sonrisa.

- “¡Parece un Nobi+! Es un dispositivo que ayuda a las personas a aprender y jugar al mismo tiempo”, respondió su madre, emocionada.

Desde ese momento, Farah se convirtió en la mejor amiga de su Nobi+. El pequeño dispositivo tenía un rostro sonrojado y ojos brillantes que la hacían sonreír. Juntos, podían hacer muchas cosas: aprender sobre animales, resolver acertijos o incluso jugar juegos de memoria.

- “¡Vamos a jugar! ” - le dijo Farah a su Nobi+ una mañana soleada.

- “¡Sí! ¿Qué te gustaría aprender hoy, Farah? ” - contestó el Nobi+ con una voz alegre.

Farah pensó un momento y respondió:

- “Me gustaría saber más sobre los dinosaurios.”

En cuestión de segundos, el Nobi+ proyectó imágenes de dinosaurios en el aire y comenzó a contarle historias sobre ellos. Farah quedó fascinada y, mientras escuchaba, decidió que quería ser paleontóloga cuando creciera.

Sin embargo, un lunes, el pueblo se llenó de tristeza. La biblioteca, el lugar donde Farah solía leer sobre sus héroes dinosaurios, había cerrado sus puertas porque no había suficientes fondos para mantenerla abierta. Esto preocupó a Farah, que sabía que muchos niños amaban el lugar tanto como ella.

- “Nobi+, ¿qué podemos hacer para ayudar a la biblioteca? ” - preguntó Farah, sabiendo que su amigo tenía muchas ideas.

- “Podemos hacer una campaña de recaudación de fondos. ¡Organizaremos un gran evento en el parque! ” - sugirió el Nobi+.

Entusiasmada, Farah empezó a armar un plan. Con la ayuda del Nobi+, idearon actividades divertidas, juegos y hasta una búsqueda del tesoro. Farah corrió por todas las calles del pueblo invitando a sus amigos y familiares al evento.

- “¡Vengan a ayudar a nuestra querida biblioteca y a divertirse! ” - gritaba Farah mientras los vecinos sonreían y se unían poco a poco.

Finalmente, el día del evento llegó. Había muchos niños corriendo, riendo y disfrutando. Farah se sentía feliz al ver a todos ayudar: vendían galletitas, hacían dibujos y organizaban carreras.

- “Farah, ¡esto es increíble! ” - le dijo una amiga mientras correteaba emociona.

- “Gracias, esto es solo el comienzo, ¡debemos seguir ayudando! ” - respondió Farah con brillo en los ojos.

El Nobi+ no paró de animarla, contando historias sobre cómo otros pequeños habían hecho grandes cosas en el pasado. Al finalizar el día, lograron reunir no solo los fondos necesarios para abrir nuevamente la biblioteca, sino que también muchos más.

- “Lo hicimos, Farah. Juntos somos más fuertes”. - dijo el Nobi+ mientras miraban cómo los adultos del pueblo comenzaban a planificar la nueva apertura de la biblioteca.

Con el tiempo, la biblioteca reabrió su puerta. Farah fue la primera en entrar, con su Nobi+ al lado.

- “Hoy vamos a leer sobre dinosaurios, ¡particularmente sobre los que nos ayudaron a soñar! ” - exclamó juntos.

A partir de ese día, Farah aprendió que, sin importar cuán pequeñas puedan parecer sus acciones, su voz y su corazón pueden marcar la diferencia. Junto a su Nobi+, descubrió que el verdadero valor de la amistad es ayudar a los demás y que siempre se puede hacer algo bueno por el mundo. Y así, con su Nobi+ siempre a su lado, Farah siguió soñando, aprendiendo y enseñando a otros a hacer lo mismo.

FIN.

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