Farruko Pop, el niño que siempre ayudaba
Farruko Pop era un niño muy especial. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, ya fuera llevando las bolsas de la compra a los vecinos o ayudando a sus amigos con sus tareas.
Sin embargo, a pesar de su deseo de ayudar, Farruko tenía un problemita: era muy despistado. Siempre se le olvidaba algo o se confundía, lo que a veces complicaba las cosas. Pero esto no le quitaba las ganas de seguir ayudando.
Un día, su amiga Gisela le pidió que cuidara a su gatito mientras ella estaba fuera de la ciudad.
Farruko se comprometió, pero al día siguiente, ¡se dio cuenta de que se había olvidado por completo de alimentar al gato! Farruko se sintió muy mal por no haber cumplido su promesa. Decidió que debía hacer algo para mejorar su memoria y ser más organizado. Entonces, empezó a hacer pequeñas listas y a poner recordatorios en su teléfono.
Poco a poco, estas prácticas le ayudaron a mejorar su memoria y a ser más responsable. Con el tiempo, Farruko se convirtió en un experto en recordar las tareas y en cumplir sus compromisos.
¡Y nunca dejó de ayudar a los demás! Sus amigos y vecinos aprendieron a confiar en él y agradecieron su constante disposición para ayudar. Farruko se convirtió en un ejemplo para todos, demostrando que con esfuerzo y dedicación, ¡cualquier obstáculo se puede superar!
FIN.