Fede y el misterio de los payasos amigables


Había una vez un niño llamado Fede, que tenía mucho miedo de los payasos. Cada vez que veía uno, se ponía pálido y temblaba como una hoja.

Pero Fede también era muy valiente y siempre estaba dispuesto a enfrentar sus miedos. Un día, Fede recibió una invitación para pasar la noche en la casa del terror de los payasos. Aunque su corazón se aceleró al leerla, decidió aceptar el desafío.

Quería demostrarse a sí mismo que podía superar su mayor temor. Cuando llegó a la casa, todo estaba oscuro y silencioso. Las velas parpadeaban misteriosamente en cada rincón. Fede respiró hondo e ingresó con determinación.

Al entrar, se encontró con un pasillo lleno de puertas numeradas del 1 al 10. Decidió abrir la puerta número 1 y se encontró con un payaso gigante de ojos brillantes y sonrisa malévola. Fede retrocedió asustado pero recordó que debía enfrentar sus miedos.

Se acercó al payaso y le dijo: "Hola señor payaso, sé que eres solo una persona disfrazada". El payaso quedó sorprendido por las palabras de Fede y empezaron a conversar.

El payaso le contó a Fede cómo había decidido ser un actor para hacer reír a las personas. Le explicó que su maquillaje era solo parte de su trabajo y que no tenía intención de asustarlo realmente.

Fede comenzó a sentirse más tranquilo mientras escuchaba al payaso hablar sobre su vida y sus sueños. Se dio cuenta de que juzgar a alguien solo por su apariencia no era justo. Decidieron abrir la puerta número 2 juntos y encontraron una sala llena de globos coloridos.

Fede notó que había un mensaje escrito en uno de ellos: "No temas a lo diferente, descubre su magia". Inspirado por el mensaje, Fede decidió enfrentar su miedo nuevamente.

Abrieron la puerta número 3 y se encontraron con una habitación llena de malabares y trucos divertidos. Fede aprendió algunos trucos básicos del payaso y comenzó a reírse mientras practicaban juntos. El payaso le enseñó que el humor podía ser una herramienta poderosa para superar los miedos.

Continuaron abriendo más puertas, explorando cada rincón oscuro de la casa del terror. Cada vez que se enfrentaban a un nuevo desafío, Fede recordaba las palabras del payaso: "El valor no es la ausencia de miedo, sino seguir adelante a pesar de él".

Finalmente, llegaron a la última puerta numerada como —"10" . Al abrirla, se encontraron con una gran fiesta sorpresa organizada por todos los payasos de la casa del terror.

Los payasos le entregaron un diploma especial por haber demostrado tanta valentía y haber superado sus miedos. Fede sonrió orgulloso mientras aceptaba el reconocimiento. Desde ese día en adelante, Fede ya no tenía tanto miedo de los payasos.

Aprendió que es importante darle una oportunidad a las personas antes de juzgarlas por su apariencia. Y así, Fede se convirtió en un ejemplo para todos los niños que también tenían miedos. Les enseñó que enfrentar sus temores puede llevarlos a descubrir cosas maravillosas y a aprender valiosas lecciones de vida.

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