Federico y el secreto de las galletas de aceite


Un día, Federico estaba jugando en su habitación cuando de repente se le ocurrió una gran idea.

Se acercó a su madre y le dijo:- Mamá, ¿cómo se hacen las galletas? Su madre sonrió y le dijo:- Bueno, Federico, para hacer galletas necesitamos harina, azúcar, huevos y mantequilla. Federico estaba fascinado. Quería saber más sobre cómo hacer galletas. Así que su madre decidió llevarlo a la cocina y enseñarle cómo hacerlas.

Mientras trabajaban juntos en la cocina, Federico aprendió todo lo que necesitaba saber sobre cómo hacer galletas. Aprendió a medir los ingredientes correctamente y cómo mezclarlos todos juntos para crear una masa perfecta.

Pero luego algo inesperado ocurrió: ¡se acabó la mantequilla! Federico no sabía qué hacer.

Su madre le preguntó:- ¿Qué podemos usar en lugar de la mantequilla? Federico pensó por un momento y luego tuvo una idea brillante:- ¡Podemos usar aceite de oliva! Su madre estaba sorprendida por el ingenio de su hijo. Juntos probaron la receta con aceite de oliva en lugar de mantequilla y resultaron unas deliciosas galletas. Desde ese día en adelante, Federico comenzó a investigar todo tipo de cosas nuevas.

Aprendió cómo funcionan las máquinas simples como las palancas y las poleas; también aprendió sobre astronomía leyendo libros sobre planetas y estrellas; e incluso construyó su propio pequeño robot con piezas que encontró en casa.

La curiosidad de Federico lo llevó a descubrir cosas nuevas y emocionantes todos los días. Y aunque a veces se enfrentaba a desafíos, siempre encontraba una manera creativa de resolverlos.

Así que si alguna vez te encuentras con un problema, recuerda la historia de Federico y piensa fuera de la caja. ¡Quién sabe qué grandes ideas podrías tener!

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