Fernanda y el jardín capullito



Fernanda era una niña traviesa y alegre, a la que le encantaba bailar al ritmo de la canción de Merlina.

Pero lo que nadie sabía es que Fernanda también era una pequeña superhéroe con el poder de la alegría y la valentía. En su ciudad, existía un lugar mágico llamado el jardín capullito, donde todas las flores vivían en armonía gracias al valor de la amistad que reinaba en ese lugar.

Un día, unos malvados villanos llegaron al jardín con la intención de romper ese valioso sentimiento de amistad. Fernanda, al enterarse de esto, no dudó ni un segundo en ponerse su traje de superheroína y correr hacia el jardín capullito para salvar el día.

Al

llegar al jardín, vio a las preciosas flores en peligro y escuchó los planes de los villanos. Sin perder un instante, se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro, dispuesta a desplegar su superpoder.

- Hola, ¿qué están haciendo aquí? - preguntó Fernanda con curiosidad fingida. Los villanos, sorprendidos por la actitud de la niña, le explicaron su malvado plan. Pero Fernanda no se amilanó.

Con su encanto y simpatía, logró distraer a los villanos el tiempo suficiente para que las flores pudieran escapar y buscar refugio.

Luego, Fernanda les enseñó a los villanos el valor de la amistad, les mostró cómo era vivir en armonía y les recordó los buenos tiempos que habían compartido como amigos en su infancia.

Conmovidos por las palabras y acciones de Fernanda, los villanos dejaron de lado sus planes malvados y decidieron unirse al jardín capullito, prometiendo cuidar y proteger la amistad como un tesoro.

El jardín volvió a ser un lugar mágico y lleno de alegría, donde el valor de la amistad brillaba más que nunca. Fernanda, la pequeña superheroína traviesa y alegre bailarina, se convirtió en la protectora oficial del jardín capullito, asegurándose de que la amistad perdurara para siempre.

FIN.

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