Fernandito aprende el equilibrio


Había una vez un niño llamado Fernandito, que desde muy pequeño se había acostumbrado a trabajar duro y estar ocupado todo el tiempo.

Su papá era un hombre de negocios exitoso y siempre estaba en reuniones importantes, por lo que Fernandito creció viéndolo trabajar sin descanso. Cuando Fernandito comenzó la escuela, rápidamente se convirtió en uno de los mejores estudiantes. Le gustaba aprender cosas nuevas y hacer todas sus tareas con dedicación y esfuerzo.

Pero a medida que pasaban los años, Fernandito se volvía cada vez más obsesionado con su trabajo escolar. Pasaba horas y horas estudiando, haciendo tareas y preparándose para exámenes.

Un día, mientras estaba sentado en su escritorio rodeado de libros y papeles, su mamá entró en la habitación para hablar con él.

"Fernandito, ¿por qué trabajas tanto? ¿No te das cuenta de que estás perdiendo el tiempo libre para jugar o simplemente relajarte?"Fernandito levantó la vista del libro que estaba leyendo y respondió:"Pero mamá, si no trabajo duro nunca voy a ser tan exitoso como papá. "Su mamá sonrió comprensivamente antes de decir:"Sí, es importante trabajar duro para lograr nuestras metas.

Pero también es importante encontrar un equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre. Si solo nos enfocamos en trabajar todo el tiempo, podemos perdernos muchas cosas hermosas e importantes en la vida.

"Fernandito pensó sobre las palabras de su mamá durante toda esa semana mientras seguía asistiendo a sus clases llenas de tarea después del colegio. Pero un día, mientras estaba en una reunión de equipo para un proyecto escolar, se dio cuenta de algo importante.

"Chicos, ¿no se dan cuenta de que estamos trabajando todo el tiempo sin descanso? Hace días que no hacemos nada más que trabajar y estudiar. "Sus compañeros lo miraron sorprendidos antes de responder:"Tienes razón Fernandito. Necesitamos tomarnos un descanso y hacer algo diferente por un rato.

"Fernandito sonrió satisfecho al escucharlos decir eso. Había encontrado la respuesta a su problema: trabajar duro era importante pero también necesitaba tomarse tiempo libre para disfrutar la vida.

A partir de ese día, Fernandito empezó a equilibrar su trabajo escolar con actividades divertidas como jugar fútbol con sus amigos o leer libros interesantes solo por placer.

Y aunque seguía siendo muy dedicado a su educación, ahora sabía que también era importante tener momentos libres para relajarse y disfrutar las cosas simples de la vida. Y así fue como Fernandito aprendió una valiosa lección sobre el equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre.

Y desde entonces, siempre recordó dedicarle tiempo tanto al trabajo como a las cosas divertidas en la vida.

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