Fernando, la rana dormilona y amante de los tacos



En el profundo bosque de Ribbiton, vivía una rana llamada Fernando. A diferencia de las demás ranas, a Fernando le encantaba dormir. Pasaba la mayor parte del día acurrucado en su hoja favorita, inmerso en largas siestas. Sin embargo, lo que más disfrutaba Fernando era saborear deliciosos tacos de mosquitos, elaborados por la famosa chef Rana Lola.

Una brillante mañana, el cacique de Ribbiton anunció la llegada de un desafío: el Torneo de Saltos, que celebraría al anochecer. Fernando, a pesar de su amor por dormir, era un excelente saltador. Sin embargo, la participación implicaba un compromiso que interferiría con sus adoradas siestas. A pesar de su dilema, Fernando decidió aceptar el reto.

La competencia estaba reñida. Las ranas saltaban con gracia y destreza, pero cuando llegó el turno de Fernando, sorprendió a todos con un salto de récord. Al caer, fue recibido con una estruendosa ovación.

Emocionado, el cacique le entregó a Fernando el premio mayor: una tarjeta de por vida para degustar tacos gratuitos en el restaurante de Rana Lola. La multitud estalló en vítores y aplausos. La fama de Fernando se extendió por todo el bosque, convirtiéndose en un ejemplo de superación y valentía.

Después de ese día, Fernando encontró un equilibrio entre dormir y participar en actividades importantes para él. Aprendió que, aunque amaba descansar, también disfrutaba desafiarse a sí mismo y ser parte de la comunidad de Ribbiton.

Y así, entre tacos sabrosos y siestas reparadoras, la vida de Fernando la rana dormilona y amante de los tacos, se volvió aún más colorida y emocionante.

FIN.

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