Festival de Amistad


En un barrio colorido y lleno de alegría, vivían cuatro amigas inseparables: Coti, Olivia, Dafne y Marithé. Desde pequeñas compartían risas, secretos y aventuras en el colegio Las Almenas.

Cada una tenía sus propias pasiones que las hacían únicas. Coti y Dafne eran las más intrépidas del grupo. Les encantaba ver películas juntas, practicar ballet con gracia y jugar al básquet con gran destreza. Siempre estaban buscando nuevas emociones y retos para superar.

Por otro lado, Olivia y Marithé tenían un brillo especial en sus ojos cuando se dedicaban a sus actividades favoritas.

A Olivia le apasionaba cantar melodías dulces que alegraban el día de todos, mientras que Marithé disfrutaba resolviendo ecuaciones matemáticas complicadas como si fueran rompecabezas divertidos. Además, ambas adoraban practicar inglés para comunicarse con personas de todo el mundo. Un día soleado de primavera, las cuatro amigas se reunieron en el parque central después de clases.

Sentadas en la verde pradera bajo la sombra de un frondoso árbol, Coti propuso algo emocionante:- ¡Chicas! ¿Qué les parece si organizamos un festival para recaudar fondos para los niños del orfanato cercano? Las caritas iluminadas de emoción asintieron al unísono.

Decidieron que cada una aportaría lo mejor de sí misma para hacer del evento un éxito rotundo. Dafne y Coti se encargaron de la logística; buscaron patrocinadores locales y organizaron proyecciones al aire libre con clásicos del cine infantil.

Olivia preparó junto a Marithé un espectáculo musical donde deleitaron a todos con su talento vocal e interpretativo. El día del festival llegó entre sonrisas nerviosas y corazones latentes de emoción.

El parque se llenó rápidamente de vecinos curiosos que querían ser parte de aquella noble causa. La tarde transcurrió entre juegos divertidos, bailes espontáneos y canciones pegajosas que todos coreaban al ritmo del ukelele que tocaba Olivia magistralmente.

Cuando caía la noche, Marithé sorprendió a todos resolviendo ecuaciones matemáticas en tiempo récord mientras explicaba paso a paso cómo llegar a la solución. Su habilidad dejó boquiabiertos incluso a los adultos presentes.

Al finalizar el evento, entre aplausos y abrazos cálidos por el éxito alcanzado gracias al esfuerzo conjunto, las cuatro amigas comprendieron el verdadero valor de la amistad: apoyarse mutuamente para lograr grandes cosas juntas.

Desde ese día, Coti, Olivia, Dafne y Marithé siguieron creciendo juntas como hermanas inseparables; aprendiendo unos de otros e inspirándose cada día para alcanzar sus sueños con amor y solidaridad en sus corazones.

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