Fideo, la mariposa heroína


Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, una pequeña mariposa llamada Fideo.

Era una mariposa muy especial, ya que tenía un colorido y unas alas muy bonitas que hacían que todos los animales del jardín se quedaran admirados al verla volar. Un día, mientras volaba por el parque, Fideo encontró una mochila abandonada en el suelo.

La curiosidad de la mariposa hizo que se acercara a investigar lo que había dentro y descubrió algo sorprendente: ¡había un mapa! Fideo decidió seguir el mapa para ver a dónde la llevaba. El camino fue largo y lleno de obstáculos, pero la mariposa no se rindió y continuó avanzando con determinación.

Finalmente llegó a su destino: un jardín muy lejano donde las flores eran más grandes y hermosas que las del parque donde vivía. Pero allí también encontró algo triste: todas las flores estaban marchitas y tristes porque no tenían suficiente agua.

La pequeña mariposa sintió mucha pena por ellas y decidió hacer algo al respecto.

Recordando lo que había aprendido sobre cómo ayudar a las plantas en su propia casa, comenzó a reagarrar gotas de rocío con sus alas hasta tener suficiente para regar todas las flores marchitas. Poco a poco, gracias al esfuerzo de Fideo, las flores comenzaron a revivir. Se pusieron más fuertes y coloridas cada día hasta convertirse en el jardín más hermoso jamás visto.

Los animales del jardín estaban tan felices con el nuevo paisaje que decidieron celebrar con una gran fiesta. Fideo fue el invitado de honor y todos le agradecieron por su valentía y dedicación al ayudar a las flores.

Desde ese día, la pequeña mariposa se convirtió en un héroe para todos los animales del jardín.

Y aunque estaba muy orgullosa de sí misma, también aprendió que nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo y que siempre hay algo que podemos hacer para ayudar a los demás. Y así, gracias a la determinación de esta pequeña mariposa argentina, el mundo se volvió un lugar más hermoso y lleno de vida.

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